Rafael Olea Franco, experto de El Colegio de México en la obra de José Emilio Pacheco (1939-2014), aseguró que ese narrador, al igual que Jorge Luis Borges, uno de los autores con los que más dialogó, “pertenece a la genealogía de los autores que someten su obra a un proceso de reescritura permanente e infinita”.

Olea Franco organizó, en esa institución académica, la mesa 45 del XL Congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana (IILI), que bajo el subtítulo “La literatura iberoamericana entre dos aguas” se lleva a cabo del 9 al 12 de este mes con la participación de estudiosos de diversos países e instituciones educativas.

Luego de haber ejercido una reiterada labor de revisión textual de varios de sus libros, en el prólogo de uno de ellos el propio José Emilio Pacheco denominó a ese proceso como “La historia inolvidable”, la cual Olea Franco radiografía a partir de dos cuentos de ese autor, pertenecientes a una rica tradición narrativa mexicana en el género fantástico.

Se refirió a “La fiesta brava” y “Tenga para que se entretenga”, y sin pretender elaborar una tipología de los cambios decididos por el autor, dijo que le parece que se ubican en tres vertientes diferenciadas: La revisión estilística; el deseo por reforzar los indicios que otorgan carácter fantástico a sus textos, y el interés por incluir referentes históricos.

Explicó que la compleja estructura de “La fiesta brava” requiere tener presente su forma original, así como también la transcripción de un cuento homónimo adjudicado a la pluma de Andrés Quintana, y el relato de cómo Andrés Quintana fracasa en su intento por vender ese cuento a una revista con capital estadounidense.

También participaron en el homenaje María Elena Isibasi, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con “Aproximaciones a ‘Aproximaciones’”, y Carmen Dolores Carrillo, de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), con su ponencia “Sobre las aproximaciones de José Emilio Pacheco a tradiciones distantes”.

Igualmente, Anne Cécile García, de la Université de París-Est Créteil, con “Donde circulan las transformaciones: Una lectura geocrítica de ‘Los trabajos del mar’ (1983) de José Emilio Pacheco”. En este como en los dos anteriores casos, las disertaciones fueron de un carácter eminentemente académico, alejadas del buen humor que siempre tuvo Pacheco.

Antes, durante la bienvenida a los asistentes y tras la presentación de las tres expertas que tomaron parte, en la misma mesa, Rafael Olea Franco comentó que sobre este homenaje al autor de cuentos, narraciones, poemas y traducciones, había hablado con él, allá por octubre del año pasado y luego en enero del presente 2014, lo que entusiasmó al bardo.

El anfitrión evocó que en esa segunda ocasión, Cristina y Laura Emilia Pacheco, esposa e hija de José Emilio, respectivamente, lo recibieron con toda cordialidad en su domicilio particular. “Pasamos varias horas ahí recibiendo lecciones muy diversas, como era costumbre al estar con él, gran usuario de la biblioteca de El Colegio de México”.