México obtuvo la medalla de oro en el racquetbol femenil de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, luego que la pareja de Samantha Salas y Paola Longoria, dieron cuenta del par estadounidense Rhonda Rajsich y Aimee Ruiz, por 15-12, 5-15 y 11-5.

El binomio nacional vino de atrás en el último set para llevarse el triunfo en la cita continental.

El marcador estaba a favor de las estadounidenses, no es mucha la ventaja, pero las mexicanas ante su gente y el apoyo es sonoro. La pizarra 10-12, para las visitantes. La entrenadora Fran Davis se pone nerviosa y más cuando en el corto break, Samantha Salas pide proteger su rodilla derecha.

El juego se empata 12-12, las mexicanas se concentran, Paola Longoria saca fuerzas con su raqueta que contagia a su coequipera. Va 13-12 a su favor y está cerca del triunfo del primer set. Un punto es la diferencia y van 35 minutos de juego. El primer set es para ellas 15-13.

Las manos sudan, las tribunas se agigantan ante el destello de las mexicanas en la cancha de paredes de cristal. Las estadounidenses Rhonda Rajsich y Aimee Ruiz, sienten la presión de ser visitantes.

Samantha y su vendaje blanco en la rodilla derecha, le han protegido, siente como si le dieran fuerzas para seguir en busca del título. Davis se apresura a corregir las fallas.

El segundo set, Margarita Zavala, esposa del presidente de México Felipe Calderón, en charla con el director de la CONADE, Bernardo de la Garza. Ven a las mexicanas entregadas.

Apenas transcurren 47 segundos y las estadounidenses van arriba. A remar contracorriente como al principio. “México, México, México en las tribunas”, al unísono en cada momento. La pizarra 1-6 a favor de la dupla Rajsich-Ruiz.

En el cuadro de cristal se siente el calor del juego. El marcador comienza a ser abultado y los brazos y las piernas al momento del cansancio. Pero el apoyo puede más y van en ascenso. El vendaje blanco de Samantha le aprisiona para mejor apoyo. La pizarra 4-11 para Estados Unidos.

Ya son varias ocasiones en que las cuatro se han enfrentado en las competiciones de la profesional de la WPRO. La uno (Rajsich) y las dos (Longoria) mundial en la cancha por la supremacía panamericana. Samantha es tercera y Ruiz es 20. El marcador 5-15 y van al tercer episodio.

“Vamos Samy, vamos”, alientan las tribunas, el marcador en el tercer set es, moentáneo, para las visitantes y es 1-4. “Si se puede, si se puede”, de nuevo en las gradas. Salas y Longoria en busca de la igualada.

El remonte es alentador y ahora es 6-4. Lo vertiginoso de las cuatro paredes de cristal hacen cimbrar las gradas, apenas se dan chance para moverse y Samantha rompe servicio para el 7-4 y luego 8-4 y 9-4 y 10-4.

Y el cántico en las tribunas del “uno, uno, uno” es ensordecedor. Y se siente el “oro, oro, oro”. El subjefe de misión de la delegación mexicana, el ex velocista sonorense Alejandro Cárdenas, de la seriedad al esbozo de una sonrisa.

Al final casi una hora de juego México se hizo del triunfo y de la medalla de oro.

El vendaje blanco en la rodilla derecha fue más que suficiente para mitigar el dolor que desapareció con la consagración.