Después de pedir a la comunidad a no dejarse derrotar por la cultura del egoísmo, envidia, rencor, indiferencia y la violencia, el Obispo de la Arquidiócesis de Matamoros, Tamaulipas, Eugenio Lira Rugarcía, urgió a no perder la esperanza en estos tiempos convulsos.
 
Tras el desarrollo del Congreso Internacional de la Divina Misericordia, desarrollado en el Centro de Convenciones de San Francisco, agradeció al arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa por permitir celebrar los santos oficios de este domingo.
 
El sacerdote poblano, advirtió que todos esos conflictos se vencen con unión de toda la población para construir un mejor escenario social en donde prevalezca la armonía entre cada uno de las s habitantes de México.
 
Realmente, dijo, se necesita levantar las manos y estrechar la del prójimo, pues eso es un signo de oración inequívoco para refrendar el saludo fraterno a Dios.
 
“San Juan Crisóstomo quiere que a través de la oración recibamos lo que la bondad de Dios quiere concedernos; así lo experimentó Josué, siempre que oraba y estrechaba la mano de sus semejantes, sin distingos”.
 
En compañía de Sánchez Espinosa, el sacerdote enviado por el Papa Francisco al territorio fronterizo, indicó que esa cultura del egoísmo, la envidia, el rencor, la indiferencia y la violencia deben ser desterrados de todos los estados de México en medio de la pandemia Covid-19 para crear un panorama socialmente amable.