El gobierno federal determinó permitir el libre acceso a la zona arqueológica y el museo de sitio hasta que concluya con la reparación de los 700 metros de túneles que atraviesan el basamento de la gran pirámide.

Con esta medida, la Federación espera contrarrestar la caída de visitantes registrada desde hace un año por el cierre de las galerías a causa de filtraciones de agua.

La medida estará vigente al menos hasta el próximo año, mientras tanto especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) continúan con la reparación de los túneles que, en realidad, son calas arqueológicas que muestran las cuatro superposiciones del basamento y permite observar desde el interior las escalinatas de la construcción prehispánica.

Entre semana, la entrada a la zona arqueológica, el museo de sitio y los túneles era de 40 a 70 pesos, según edades y condiciones de los paseantes.

Según cifras de la Secretaría de Turismo del gobierno federal hasta el año pasado visitaban la zona arqueológica alrededor de cien mil personas provenientes del interior de la República mexicana y del extranjero.

Durante un recorrido por el lugar, los guías de turistas indicaron que la entrada al museo de sitio y a la zona arqueológica es gratuita hasta nuevo aviso.

En caso de que los visitantes lo soliciten, ellos cobran 150 pesos por hora de recorrido acompañado por un guía entrenado.
Explicaron que éste es el único ingreso que reciben desde hace un año, cuando fueron cerradas las puertas de los túneles por la humedad que presenta la gran pirámide.