La imagen del primer cuadro de la ciudad y de las calles aledañas de Tecali de Herrera, en pésimo estado; la presunta malversación de recursos, una biblioteca pública municipal en la decadencia, el teatro o corral de las comedias más antiguo de México en el olvido, el abandono del parque, la falta de apoyo e impulso al sector artesanal y comercial, y, principalmente, la opacidad con la que se manejó a lo largo de su trienio al no informar a detalle sobre la inversión que ejecutó en cada obra, fue como transcurrió el gobierno de Luis Eusebio Muñoz Soto, al que muchos vecinos describieron con la frase “Sin pena ni gloria”, por la mediocridad con la que ocupó su cargo y la falta de gestión para atraer recursos extraordinarios. (Lo feo, el reprobado)

‘Págame’ el tema de Tesorería de Serdán

Luego de que el alcalde de Chalchicomula de Sesma, Raúl Zárate Mata, pagara el adeudo que el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Ciudad Serdán (SOSAPACS) mantenía con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por un monto superior a los 500 mil pesos, para al fin restablecer —después de tres semanas— el servicio a toda la población, que amagaba con protestar desnudos, como medida de presión, transcendió a este medio informativo que existen proveedores y prestadores de servicios a quienes la comuna le adeuda y, pese a que han tenido la “buena voluntad” del edil para liquidarles, aseguran que es la tesorera municipal, Flor de María Mafra Ramírez, quien les cancela los cheques o el pago a última hora, por lo que temen que la próxima administración se deslinde de estas deudas. (Lo malo: la mala del cuento).

Hugo Marín, no te hagas que la Virgen te habla

Otro que se está haciendo “de la vista gorda”•es el todavía director del SOSAPATZ, Hugo Marín Torres, ante su negativa de realizar el pago correspondiente a la prima vacacional y a la primera quincena de febrero, además de que los empleados sindicalizados acusaron de que aún les adeudan varias quincenas. 

Y es que durante su administración al frente del organismo en Teziutlán, una de las mayores quejas de la ciudadanía es el pésimo servicio que se brindó a la población, aunado a la irresponsabilidad con la que se condujo el funcionario público al despedir a diestra y siniestra a quienes —dicen— no comulgaban con su ideología o actuar. (Lo peor: el irresponsable).