Profesores inconformes con la Reforma Educativa marcharon por el Centro Histórico de la ciudad de Puebla. Tal y como lo habían anunciado en asambleas previas y siguiendo la estrategia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), trabajadores de la educación y profesores recurrieron a los amparos en contra de las leyes emanadas de la Reforma Educativa.

A nivel nacional, el movimiento de los profesores se encuentra en etapa de reorganización.

A diferencia de otras marchas, en esta ocasión la movilización de los profesores incluyó también demandas y cuestionamientos relativos al 12 de octubre, día que se celebra el descubrimiento de América.

Algunas pancartas que se leyeron durante la marcha se referían a la expedición de Cristóbal Colón como el inicio de la dominación sobre las poblaciones indígenas en América.

Hasta el momento, los profesores simpatizantes del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP) esperan presentar unos 4 mil 500 amparos en contra de la Reforma Educativa.

Los profesores acordaron la vía de las movilizaciones tanto como la vía jurídica para protestar en contra de la Reforma Educativa. Las movilizaciones de los profesores continuarán.

Los profesores corearon distintas consignas en contra de la Reforma Educativa.

El pasado sábado 28 de septiembre, cientos de profesores y activistas del movimiento social marcharon en contra de la Reforma Educativa y pidieron su abrogación, a pesar de las sanciones emprendidas por parte de autoridades estatales para frenar las movilizaciones magisteriales.

La marcha se desarrolló de manera pacífica. Los profesores partieron desde Las Ánimas, circularon por circuito Juan Pablo II, coreando consignas en contra de la reforma y reprobaron las sanciones de las autoridades estatales en contra de profesores opositores a la reforma.

Cientos de granaderos amurallaron el zócalo de la ciudad para impedir que una marcha de profesores en contra de la Reforma Educativa se instalara en el zócalo angelopolitano.

Luego de iniciar una marcha de protesta desde Las Ánimas, los profesores se miraron cara a cara con los granaderos, que ya los esperaban sobre la avenida 16 Septiembre y la 3 Oriente.

Un profesor tomó un megáfono y criticó que los policías les impidieran el libre tránsito hacia el zócalo de la ciudad.

El férreo cordón policiaco, en una primera línea policías estatales, con escudos y cascos, bloquearon el paso de la marcha hacia el zócalo de la ciudad de Puebla, sin que mediara explicación alguna.

Un segundo bloque de granaderos reforzó la primera línea de los policías.

Los ánimos se caldearon entre los roces y las consignas, pero el cerco policiaco no cedió.

La primera hilera de policías frenó el paso de la marcha en contra de la reforma.

Los profesores coreaban consignas en contra de la Reforma Educativa y reivindicaban su derecho a expresar su rechazo a la reforma aprobada.

En la primera fila, un grupo de profesores e integrantes del movimiento social entrelazaron sus brazos, intentando avanzar sobre la fila de escudos y granaderos.

Con sus cuerpos se estrellaron sobre la valla de escudos de los granaderos.

Algunas maestras intentaron sobrepasar el muro de granaderos, sin ningún éxito.

Los profesores lanzaron consignas en contra de la Reforma Educativa.
Por momentos, la tensión creció en la primera línea, pero los profesores decidieron retirarse de manera pacífica del lugar, para continuar con su protesta, dejando el zócalo en manos de los granaderos.

Los profesores condenaron el bloqueo de las fuerzas estatales para llegar al zócalo de la ciudad de Puebla, donde realizarían diversas actividades señalando que la libre expresión de las ideas y el libre tránsito son derechos fundamentales.

La seguridad en el primer cuadro de la ciudad fue impresionante: los granaderos revisaban minuciosamente las mochilas y bolsas de las personas que ingresaban en el primer cuadro.

Y en un momento, los granadores confundieron a un grupo de profesores que toman cursos en la UAP con manifestantes, y a la altura de Reforma y la 2 Sur les cerraron el paso, bajando sus escudos para no dejarlos pasar.