La instalación de un troyano en los smartphones se ha convertido en una práctica cada vez más frecuente por parte de los criminales cibernéticos, quienes “tercerizan” sus operaciones para robar datos y dinero.

En su reporte sobre las amenazas más detectadas durante el tercer trimestre de 2011, el fabricante de software de seguridad AVG explicó que el proceso consiste en instalar un troyano en un smartphone para convertirlo en una terminal remota.

Detalla que cuando un celular inteligente ha sido infectado con esta clase de troyano, inmediatamente comienza a enviar mensajes SMS Premium mientras el propietario del teléfono “duerme”.

Otra de las acciones implementadas por los atacantes es la de utilizar una estafa en Facebook para hacerse de los números telefónicos de las personas y comprometerlas para que se les haga un cargo mensual al teléfono.

De esta manera, el operador de telefonía móvil de la víctima procesará los cargos y transferirá el dinero a la organización criminal, aunque residan en otra parte del mundo.

Para cuando la víctima se dé cuenta y alerte al operador de telefonía móvil para detener los cargos es probable que el delincuente ya haya dispuesto de cantidades considerables.

De acuerdo con la empresa de seguridad, también existe la modalidad de robo de hormiga, mediante la cual los ciberdelincuentes roban cantidades tan pequeñas que muchas veces las víctimas ni siquiera lo notarán durante meses.