Una buena parte de la grave crisis de identidad que vive el priismo poblano en estos días tiene que ver con la actitud que asumen el Comité Ejecutivo Nacional del PRI por un lado y, por el otro, la Secretaría de Gobernación que encabeza el hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong.
Y es que al parecer hay señales cruzadas entre lo que dictan el mexiquense César Camacho Quiroz y la yucateca Ivonne Ortega Pacheco y los poderosos operadores de la casona de Bucareli.
Hay varios ejemplos que dejan en claro que mientras el CEN del PRI busca que el PRI se mantenga como una oposición responsable en las toma de decisiones, desde Bucareli mantienen acuerdos con Casa Aguayo y Casa Puebla, que dan al traste con la línea que se tira desde Insurgentes Sur.
Un ejemplo de esto lo constituye la pasada votación que realizaron los diputados locales del PRI en el tema de los PPS para el endeudamiento de municipios, bajo la supuesta modernización de los servicios de alumbrado público y la privatización del SOAPAP.
Un día antes de la sesión en donde se iban a aprobar estas dos medidas, César Camacho llamó a toda la bancada del tricolor para dejar en claro que todos deberían de votar en contra de estas dos iniciativas y que era una indicación directa de Bucareli.
No obstante, al mismo tiempo en Casa Aguayo, Pablo Fernández y el delegado Fernando Moreno Peña se sentaban con el secretario general de Gobierno, Luis Maldonado Venegas, para informarle sobre la decisión de que el PRI iba a votar en contra de estas dos medidas.
Cuál sería la sorpresa de los dos dirigentes tricolores cuando el hábil secretario de la administración morenovallista puso en la línea telefónica al poderoso subsecretario Luis Miranda, quien les pidió que la bancada tricolor votara a favor de las iniciativas de Casa Puebla.
Este es el mejor ejemplo de que el PRI no vive sus mejores tiempos y que no se ponen de acuerdo, ni en Bucareli ni en Insurgentes, sobre cuál es la política que seguirán frente a Casa Puebla.
El propio secretario de Gobernación Osorio Chong califica al gobernador Moreno Valle como aliado, en tanto que en el CEN del PRI los mensajes son todo lo contrario.
En un lado le dicen a los priistas que son aliados de Casa Puebla porque el gobernador, en su papel de presidente de la Conago, va cabildear con la oposición a favor de las reformas de Peña Nieto y, en otros lados, les dicen que vayan en contra de las decisiones del inquilino de la casona de Los Fuertes.
¿A qué PRI le creemos?
 
Ojo con el magisterio poblano
El magisterio poblano se está inquietando ante tanto movimiento que se ha registrado a nivel nacional y la “mano dura” que se ha aplicado en Puebla.
El pasado miércoles una delegación poblana se trasladó a la ciudad de México para platicar directamente con el secretario de Educación Pública, Emilio Chauyffet Chemor, quien precisamente compareció ante la Cámara de Diputados.
Los maestros poblanos andan inquietos ante los temas de la Reforma Educativa y la línea de hierro impuesta desde Casa Puebla.
Tal vez el gobierno federal cometió un error al encarcelar a la maestra Elba Esther Gordillo, la cual era la única que al parecer podía mantener a raya a la disidencia arropada bajo las siglas de la coordinadora.
Sin la mano dura de la “profesora”, al parecer nada puede contener a la CNTE, que se ha dado vuelo desquiciando a la ciudad de México.
Y es que políticamente también se han cometido muchos errores en manejo la rebelión magisterial.
Puebla es un “foco rojo” y sólo la oportuna intervención de los diputados federales del PRI pudo frenar la inconformidad que comenzaba a surgir, ya que los maestros negociaron directamente beneficios para su base, pero al margen de la administración estatal.