La tragedia de Cohuecan y Tepexco, con el linchamiento de siete personas a quienes se les ejecutó por presuntos secuestradores y el homicidio de una personas más, está por destapar usos y costumbres de un México bizarro.

El caso de la presidenta municipal de Tepexco, Aniceta Peña Aguilar es sintomático de una zona en donde el discurso por la defensa de la equidad de género no existe ni en los libros de texto del sector educativo de nivel básico. Ya de demandar sororidad, ni hablamos.

Si acaso, se supo de su existencia a partir de una antípoda: su ausencia en el momento preciso de la tragedia que alteró la vida del pueblo mixteco.

Y si de suyo es grave la ausencia de la máxima autoridad municipal ante un evento que pone en riesgo la gobernabilidad, no lo es todo.

De ello sabe su marido, Deodegario Aparicio Linares, un militante del Partido Revolucionario Institucional que cuando no pudo ser abanderado a la alcaldía en la elección ordinaria de 2018 por la equidad de género, operó para colocar a su señora, Aniceta.

Si el escándalo nacional por la postulación de ‘juanitas’ había provocado escarnio, burlas y enojo en el ámbito nacional, Tepexco es una ínsula de poder ajena a la corriente que pondera la igualdad entre hombres y mujeres, el empoderamiento de ellas.

La presidenta en ese municipio es una ‘Juanita’ en funciones... doméstica. Tal vez por ello su ausencia en momentos trágicos para la vida pública; metida entre los muros de su vida privada, se mantuvo ajena a ese episodio de oprobio.

El marido es quien apadrina niños, pronuncia discursos, inaugura obras y firma documentos de la administración de esa demarcación surrealista.

Aniceta, la mujer por quienes votaron los habitantes del municipio, mientras tanto gobierna... en su casa. Esa es la perversidad de los partidos políticos y sus dirigentes que premian con posiciones a gente sin más afán que el cargo y el peculio.

Un dilema tendrá el gobernador Miguel Barbosa cuando arribe el próximo domingo a ese municipio, como lo anticipó en la capital este jueves cuando denunció abandonó, pobreza e injusticia en los pueblos del interior.

¿Será el poder detrás de la silla de la presidencia, el consorte Deodegario Aparicio Lagunes quien represente al municipio, o Aniceta Peña, la ‘Juanita’ que el PRI tiene como parapeto en ese pueblo de la mixteca?

@FerMaldonadoMX