Don Odilón, comerciante distribuidor entre otras cosas de refrescos en la zona de Tecamachalco, es otra víctima más, no solo de una estafa, sino también de una acción concertada, donde debe de estar involucrado algún personaje de la Cuarta Transformación, que lo mantuvo privado de la libertad durante varios días.

Un funcionario federal, radicado en Tecamachalco, le ofreció la venta de un inmueble, que se ubica en la Avenida Juárez, de ese municipio, en la suma de 8 millones de pesos, acordando que 4 sería el primer pago y el restante en los meses posteriores.

Don Odilón hizo el primer pago, tomando la precaución de que le fueran firmados algunos documentos, porque en este tipo de negocios "papelito habla”.

Lo que Don Odilón ignoraba es que este funcionario federal, para quedarse con el dinero que le habían entregado y la propiedad, por lo que con uno de sus amigos de la Cuarta Transformación, lograron relacionarlo con lavado de dinero y robo equiparado y el comerciante fue detenido, pero de inmediato liberado cuando trascendió que le habían puesto una trampa.

Lo cierto es que ésta mal hecha trampa va a tener consecuencias.

No me pregunte si se trata del delegado de Bienestar Social, Adán Maldonado Varillas, porque eso no lo sé.

De las extorsiones

Comerciantes y vecinos de la región de Tecamachalco y de sus alrededores están recibiendo anónimos donde les piden sumas que van de los 15 a los 50 mil pesos, para no detonar petardos a base de tubos galvanizados y pólvora en sus domicilios y negocios.

En este municipio han ocurrido al menos 4 casos de detonaciones de bombas caseras, que han dejado solo daños materiales y no heridos, lo que indica que sí se tratan de amenazas.

No es la primera vez que ocurre, hace dos años ocurrieron algunas detonaciones y las peticiones de dinero fueron las mismas, solo que en ese entonces el blanco de las extorsiones no solo era Tecamachalco sino contra comerciantes de Huixcolotla, que sí pagaron.

Cosas peores

Desde el pasado 12 de septiembre fue reportado como desaparecido el comerciante Héctor Damián Gallegos Ríos, de 40 años de edad, qué fue visto por última vez a las 8 de la mañana cuando salía de su domicilio.

El comerciante que en estos momentos está desaparecido es propietario de un inmueble que se ubica a unas 2 calles del Ayuntamiento de Tecamachalco y que antes de la pandemia se rentaba va para banquetes y fiestas, pero que tuvo que verse obligado a cerrar.

Este negocio antes era un bar conocido como La Diabla, sólo que el propietario lo vendió con todo y terreno al comerciante Gallegos Ríos, quién le dio otro giro.

Tras la desaparición de este hombre trascendió que días antes fue abordado por un empleado del ayuntamiento de Tecamachalco, quién se ofreció a comprarle la propiedad, quisiera o no venderla y cómo se negó ahora el comerciante no aparece.

La familia de Héctor Damián Gallegos ya acudió ante la Fiscalía General del Estado (FGE), para presentar la denuncia correspondiente.

Nos vemos cuando nos veamos.