Siempre dispuestos a entregarse al mejor postor, nuestros políticos han hecho a un lado sus “ideologías”, para transformar su profesión en una estilizada faceta de auténticas suripantas.
Lamentablemente, el arco iris partidista que arropó la candidatura del Señor de Los Cerros en el pasado 2010 fue el antecesor a las aberraciones que hoy padecemos todos los poblanos.
Estos mercenarios de la política, lo mismo abandonan un cargo de elección a medio periodo, para buscar otro más, que cambian de partido como las meretrices cambian de clientes y de pantaletas.
Por increíble que parezca, existen varios personajes en Puebla que ya militaron en el PRI, en Convergencia, en Nueva Alianza y en la mega alianza que incluyó al PRD.
Un caso que merece mención aparte es José Juan Espinosa, quien ha navegado y lucrado con sorprendente habilidad, desfachatez y cinismo.
Ha sido obvio el chantaje al que ha recurrido para negociar posiciones a lo largo de su carrera política.
El exniño naranja jugó cuando le convino con el gobernador, fue crítico previo a la campaña y por momentos se mostró como el único diputado congruente de su Legislatura; lo metieron en cintura con la grabación en donde negoció comisiones con la presidenta de San Pedro Cholula, apostó sus canicas en favor de Andrés Manuel López Obrador y ahora —que no vale un peso— está a punto de abandonar a su partido Movimiento Ciudadano y a su padrino Dante Delgado, para buscar la alcaldía cholulteca.
Para nadie es un secreto que detrás de esta negociación está el interés del Señor de Los Cerros de apartar a José Juan de la candidatura de Movimiento Ciudadano por Puebla capital, toda vez que su participación le quitaría más votos a la alianza morenovallista que al PRI, lo cual le podría restar unos puntos en una elección sumamente cerrada.
De ahí que hayan decidido entregarle la candidatura de San Pedro Cholula, pese a no ser el mejor posicionado ni ser considerado un personaje confiable para el gobernador; se trataba de alejarlo de Puebla a cualquier precio, y evidentemente lo lograron.
Así las cosas, para tratar de lavarle la cara al niño, la coalición morenovallista va a cederle al PRD esa candidatura, para que la propuesta de José Juan Espinosa provenga del partido del Sol Azteca y no de Acción Nacional, por aquello de la “férrea ideología” socialista del JJ.
Como si la raíz de la propuesta cambiara el fondo del asunto.

Los emergentes del PT y MC
Ante la inminente traición de su “líder”, Movimiento Ciudadano recurrirá como única opción a Luis Rivera Flores, mientras que el PT optará por Zeferino Martínez, lo cual podría poner en riesgo los registros de estos partidos bonsai.
 
Los candidatos morenovallistas
La lista de candidatos a diputados locales en los distritos de la capital por la alianza Puebla Unida está prácticamente completa y —salvo el distrito 10 que será para Nueva Alianza, donde hasta antes de la detención de Elba Esther Gordillo sonaba el nombre de Gerardo Islas— éstos son los nombres definitivos y sus padrinos políticos:
Distrito 11. Pablo Montiel Solana (Eduardo Rivera).
Distrito 12. Jorge Aguilar Chedraui (Moreno Valle)
Distrito 13. Franco Rodríguez Álvarez (Yunque)
Distrito 14. Pablo Rodríguez Regordosa (Yunque y Eduardo Rivera)
Distrito 15. Patricia Leal Islas (Moreno Valle)
Distrito 16. Julián Rendón Tapia (PRD)
En el entendido de que todo depende de que la alianza no se derrumbe.
Ya se verá.