Víctor Antonio Carrancá Bourget, el procurador general de Justicia (PGJ), estaba realmente molesto; mandó llamar al director de la Policía Ministerial del Estado (PME) y —palabras más, palabras menos— le dijo que le daba hasta el mes de diciembre para que presentara resultados satisfactorios o se iba —así nada más— “a la calle”.
El director de los ministeriales entonces sí se preocupó, su ineficacia para poder trabajar en la corporación lo llevó a elucubrar y a llevar a efecto un “plan B”, echando mano de una funcionaria de la PGJ con quien tuvo una relación más arriba de la afectiva y le pidió “un gran favor”, que tal vez para ella no sería un sacrificio, todo lo contrario.
La funcionaria entonces fue a la oficina de don Víctor Antonio y en cuestión de minutos le diseñó una “propuesta” que llevaba como fin que el jefe de los ministeriales no quedara cesante, pese a su incapacidad, pero la respuesta fue un rotundo “¡no!”, la única forma de que Galán Ruiz sostenga su empleo es dando buenos resultados.
Le recuerdo que el abogado Víctor Antonio Carrancá Bourget es un “hombre bien nacido”, de familia reconocida, de buena posición económica, por lo que no le hace falta nada, ni siquiera “un buen momento”.
El “plan B” fracasó. 
 
Los inicios de Galán y de la funcionaria
“Don Pepe” —así le dicen a uno de los asesores del procurador de justicia— fue quien presentó a la funcionaria con el director de los ministeriales y las “mieles” se dejaron correr. Por cierto, don Pepe es el funcionario que una noche llegó el completo estado de ebriedad a las instalaciones de la PGJ; estaba tan ebrio, que se vomitó y orinó ahí mismo, y los agentes de guardia lo tuvieron que soportar, pero no faltó quien le tomara una foto y un video, “sólo por si acaso”.
Así las cosas. El director de la PME se vio obligado a “echar mano” de una de sus cartas fuertes y le salió “el tiro por la culata”. Tiene que presentar resultados y está que “no cree en nadie”, está obligando a su personal a que presente todo lo que pueda y a que “inflen” delitos.
En otras palabras, reinició la “fábrica de delincuentes”.
La historia es el extracto de una carta llegada a esta columna.
Perdón porque se proteja la identidad del remitente.
 
Jefe, ¿qué pasó?, somos nosotros
El miércoles 5 de junio, elementos de la novena Comandancia de la Policía Ministerial del Estado (PME), además de la Policía Estatal Preventiva (PEP), detuvieron a ocho sujetos en la avenida Atlixcáyotl, de quienes se dijo están relacionados con asaltos a cuentahabientes en Puebla y otros estados.
Los sospechosos viajaban en una camioneta Charger de color negro con placas del Estado de México, además de un vehículo blanco con placas del estado de Hidalgo.
Al menos tres de los detenidos, al ser trasladados a la instalaciones de la PME, se encontraron de frente con Rafael Cortés Medellín, uno de los “Titanes” —nombre clave—, a quien uno de ellos le dijo: “jefe, ¿qué paso?, somos nosotros”, pero el funcionario ni siquiera se volteó a verlos, de inmediato les dio la espalda y se retiró del lugar.
La verdad extraña que los ocho presentados ante el Ministerio Público sólo hayan sido relacionados con un asalto que no se consumó y con la portación de las armas de fuego, cuando se trata de sujetos de aspecto tenebroso que deben tener mucho más delitos, pero que nadie quiso investigar.
Eso de que estaban implicados en un titipuchal de felonías fue sólo de la “creatividad” de la oficina de prensa que elaboró un pésimo boletín, la realidad es que, como se dice en el argot policíaco, les “echaron una manota”, y no se extrañe que muy pronto todos queden en libertad.
Por cierto, de los ocho detenidos hay más información que “desapareció”, como que a algunos les encontraron en su poder drogas, además de teléfonos con cámara, con los que tomaron impresiones de sus aprehensores.
Lo dicho, la PGJ está manejando la información a su antojo.
En Puebla los medios de comunicación, en este caso del área de policía, somos blanco de ocultamiento de información, y como consecuencia, los poblanos vivimos con una venda en los ojos.
Por cierto, hoy es Día de la Libertad de Expresión.
Felicidades a todos los compañeros.
Nos vemos cuando nos veamos.