Y en la Puebla que no se termina de “enfriar” tras la ejecución de "El Rojo”, jefe de la banda de sicarios "Los Rojo”, al servicio del cartel de los Beltrán Leyva, de las mantas amenazantes, junto con la granada de fragmentación que apareció en un bote de basura del KFC de Juan de Palafox una semana antes de las elecciones, de las dos ejecuciones en Esperanza horas antes del enfrentamiento a tiros entre secuestradores y ministeriales y de otra serie de calamidades, se celebró la reunión número 14 de grupos especializados en la investigación de secuestros en el país, donde las resoluciones —de acuerdo con el boletín de la PGJ— fueron muy pobres, resaltando sólo el intercambio de información y la sección de “cacareos” donde dieron “rienda suelta” a sus “pobres experiencias”, considerando que uno de los delitos mas graves y difíciles de combatir es el secuestro, a nadie se le ocurrió promulgar por el endurecimiento de las penas, y donde no se tomó en cuenta que el estado de Puebla se está “calentando”.
 
Lo que no se dijo… o no lo quieren decir
Lástima que en esa reunión no se tocó el tema de que Puebla es uno de los estados donde los salarios del personal de la Policía Ministerial del Estado son de los más bajos —y ni qué decir de sus prestaciones—, pero aún así arriesgan sus vidas.
No se dijo que muchos no pueden portar armas por la negligencia de su departamento jurídico, que su bono de 600 pesos se lo “jinetean” y en algunos casos ni se los quieren entregar, que los tratan con la “punta del pie” o que los sobre trabajan.
Que los engañaron con la promesa de darles una casa, que no les han aumentado el sueldo y muchas, muchas calamidades que han venido sufriendo no sólo en ésta, sino al menos en dos administraciones pasadas.
Ojalá que se hiciera una reunión donde se analizaran cuáles son los motivos del gobierno de Puebla para desaparecer a la Policia Ministerial del Estado.
Por cierto, le falto mensaje a las palabras del procurador Víctor Antonio Carranca para el agente caído en cumplimiento del deber.
Por cierto, le presento una carta que al respecto llegó a esta columna.
 
El hubiera sí existe
El correo de los muertos…
El hubiera sí existe, esto es por los acontecimientos en que desafortunadamente perdió la vida un agente de la Policía Ministerial del Estado, en el municipio de Esperanza, la razón, si los agentes que están en este municipio u otro cercano hubieran hecho el trabajo de investigación desde hace mucho tiempo, los hechos fueran otros, pero existen muchas comandancias como ésta en donde los agentes sólo duermen, comen y…, por ello es necesario que el titular de la PGJ tome cartas en el asunto y vea los claros errores que tienen, como mandar desarmados a agentes a trabajar, dejarlos por demasiado tiempo en un solo lugar que lejos de ayudar se envician, tener pésimos comandantes o jefes de grupo a cargo que sólo les importa su ego autoritario (ya que se supone que son ellos los que dirigen al grupo) e intereses monetarios; darles largas horas de jornada laboral; revisar los municipios con foco rojo y enviar a reforzar las comandancias con verdaderos policías, unir los grupos con valores de tolerancia y respeto para poder trabajar con certeza y cuidarse las espaldas, no lo contrario como lo hacen. Y por lo tanto dan como resultado estos hechos lamentables no sólo para la corporación sino también para la sociedad en general. Habrá que trasladar a este grupo para evitar otro hecho sangriento o que tomen represalias estos delincuentes ya que sólo quedó un olor a muerte y dolor policial pero que al mismo tiempo surgió un héroe que salvó a una victima de secuestro dando su propia vida.
IN MEMORIA AL AGENTE CAÍDO!
Enhorabuena a los que sí trabajan aún sabiendo los propios riesgos que conlleva.
Quedan más dudas que respuestas para estos hechos de ejecuciones y enfrentamientos.
Hasta aquí la carta.
 
Dolores de cabeza en la PGJ
Es cierto que en la Procuraduría General de Justicia (PGJ) en los últimos meses se ha reportado el esclarecimiento de muchos casos con el mismo números de detenidos, pero lo que no se ha dicho es que muchos de estos “sospechosos” han obtenido su libertad ganando sendos amparos, lo que estaría demostrando la negligencia del Ministerio Publico. Muchas de estas historias se encuentran en el despacho del penalista José Luis Ramírez Téllez. 
Las historias, en breve.
Nos vemos cuando nos veamos.