Detrás de la millonaria inversión cercana a los 900 millones de pesos para la remodelación del estadio Cuauhtémoc, se encuentra un proyecto personal del Señor de los Cerros, quien ya tiene un plan B, en caso de que el equipo de la Franja no logre mantenerse en el máximo circuito.
Tomando en cuenta que para el 2016 la FIFA y la Federación Mexicana de Futbol determinaron prohibir la llamada multipropiedad, que no es otra cosa que impedir que dos o más equipos sean propiedad de una misma persona, el habitante de la casona de Los Fuertes tiene pactada una operación de compra-venta con Ricardo Salinas Pliego para que, a través de un grupo de testaferros, el equipo de Morelia pase a manos del grupo en el poder en Puebla.
Hay que recordar que TV Azteca es el dueño del equipo Morelia y que el año pasado compró al Atlas de Guadalajara, equipo al que han dado una notoria preferencia, convirtiendo al Morelia en el patito feo del grupo, en un caso similar al que vivió el Necaxa con Televisa, empresa para la que no existe otra camiseta que la de las Águilas del América.
Apenas este lunes, el periódico El Heraldo de Puebla anticipó que el gobernador compraría a un equipo propiedad de una televisora, sin especificar que se trata del Morelia, aunque en el medio del fútbol se sabe que se trata de este equipo, el cual ha sido abandonado a su suerte desde la temporada anterior, una vez que se concretó la compra por parte del Grupo Salinas de los Rojinegros del Atlas.
En esa lógica, teniendo garantizada la compra de un equipo de primera división, desde el cerro de Loreto se ordenó que mientras se realizan las obras de remodelación y ampliación del estadio Cuauhtémoc, el Puebla no juegue en su casa, cuando sabemos que en esta temporada se está jugando la vida en cada encuentro. Y si en un acto heroico, los de la Franja lograran la salvación, el gobernador poblano vendería la llegada de otro equipo como un logro de su gobierno, resucitando el clásico poblano Puebla VS Ángeles.
Sin embargo, es evidente que para el mandamás estatal el Puebla no es prioridad, y que como futuro dueño del Morelia, el eventual descenso del cuadro camotero le conviene para poder convertir al Morelia en el nuevo equipo de los poblanos.
Fuentes confiables del medio futbolístico revelaron a este columnista que el Morelia ya está prácticamente vendido a empresarios poblanos, quienes se llevarán al equipo a jugar en el estadio Cuauhtémoc.
Así las cosas, el Puebla FC deberá buscar la salvación como arrimados, mientras el gobernador cruza los dedos para que su futuro equipo juegue en solitario en el flamante estadio construido con dinero público.
No es casual que en las últimas fechas del torneo anterior el gobernador —que en su vida calzó unos tacos de fútbol— hablara como experto de fútbol y hasta definiera las necesidades del cuadro camotero.
Todo lo anterior explica el "absurdo" interés del gobierno poblano para remodelar y ampliar un estadio de fútbol justo cuando el equipo de casa está al borde del descenso.
El interés real por invertir casi 900 millones de pesos es para que el equipo que será propiedad del Señor de los Cerros tenga un estadio reluciente, a la altura de las ambiciones del inquilino de Casa Puebla.
Ni más ni menos.  
Ahora la gran incógnita será conocer el nombre del empresario poblano que prestará su nombre para concretar la compra del Morelia.
Yo ya tengo mis candidatos.
Hagan sus apuestas.