Los recientes cambios o rotaciones de titulares de tres de los más importantes centros de Reinserción en Puebla, dos de ellos considerados de "mediana seguridad", están a punto de provocar hechos de violencia que podrían generar en desgracias.
Las rotaciones pensadas "con las rodillas" por parte de la Secretaría de la Secretaría de Seguridad ‎Pública del Estado (SSPE) no llevaron el fin de acabar con la corrupción, sino de "controlar" la serie de quejas, en un decir, hicieron "carambola de corruptos".
Faustino González Ramírez Centeno, que acumuló quejas por toda la serie de abusos, que tienen que ver con pagos de protección, pagos por permitir operaciones ilícitas como el narcomenudeo, además de malos tratos y violación a los derechos humanos de internos, cuando era el director del Cereso de Mediana Seguridad de Tepexi de Rodríguez, ahora va a acumular las mismas quejas en la Dirección del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, donde fue nombrado.
Y no está por demás comentarles que las quejas ya comenzaron.
Que el director del Cereso de San Miguel se inició prohibiendo las visitas conyugales a varios de los internos, además de que mandó cerrar tiendas, negó permisos, todo con el fin de iniciar los "nuevos negocios" y las "nuevas rentas".
Como consecuencia de este cambio de director la población de internos ya se está preparando para su nuevo líder del gobierno interno que los mismos directivos les permiten manejar para evitar motines, lo que no es otra cosa que violentos enfrentamientos entre los grupos de presos más violentos.
Y a esto se debe que dentro del penal se maneje que la droga que consumen internos viciosos ya se les está escaneando y que no va a haber más hasta que surja un nuevo líder que negocie con el nuevo director, para que todo siga igual o peor.
‎Lo mismo pasa en los Ceresos de mediana seguridad de Ciudad Serdán y de Tepexi, donde quedaron Oscar Ramírez Martínez, quien estaba en el de San Miguel y paso al de Ciudad Serdán, en tanto que Rubén Carvajal Paz, quien estaba en este lugar pasa al de Tepexi de Rodríguez.
¿No le parece que es la misma gata nada más que revolcada?

¿Y el Cereso de Cholula, apa? 


A quienes se les ocurrieron los cambios en tres Ceresos de Puebla no se les ocurrió atender el de Cholula, donde las quejas siguen y siguen.
En cada pequeña celda duermen de 11 a 19 personas, además de que la comida es insuficiente, pues les dan a comer a cada uno cinco tortillas, un plato de frijoles y una taza de café, y cuando es "fiesta" les dan chilaquiles y una torta.
‎Hay internos que tienen que dormir junto a las tazas de baño, que carecen de agua, además de que están infestadas de chinches y pulgas.
Todos estos abusos fueron ignorados en su totalidad por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), además de la misma SSPE, mientras que la directora María del Consuelo Reyes Rojas debe de estar preparando otra "conferencia de prensa" para seguir protegiendo su impunidad.
Nos vemos cuando nos veamos.