Vaya escándalo el que ayer protagonizaron los candidatos panistas a la diputación por el distrito 12, cuando sus brigadistas y guaruras se enfrentaron a golpes con alfareros del barrio de La Luz.

Siendo parte del gobierno autor de la teoría del cohetón, no tengo la menor duda que la versión oficial será que los alfareros fueron los agresores, mientras Ángel Trauwitz, Cabalán Macari y su pandilla serán los agredidos.

No me extrañaría que en las próximas horas, el procurador Carrancá consigne a los alfareros, al igual que lo han hecho con el medio centenar de presos políticos, incluidos los pobladores de Chalchihuapan.

La improvisación de personajes que nada tienen que ver con la política y con intereses económicos ajenos, suelen terminar en espectáculos deplorables, como los que en los últimos días ha escenificado el candidato panista Ángel Trauwitz Echeguren.

No cabe duda, para personajes como Trauwitz el poder los hace perder no solo el piso sino el juicio.

Apenas el martes, el mismo sujeto se coló al festejo de celebración del campeonato obtenido por el Puebla de la Franja y tuvo el descaro de aprovechar el momento para beber y levantar la Copa, obteniendo una foto con fines claramente electorales.

Si hacemos un recuento de los inventos sexenales del Señor de los Cerros, nos sorprenderemos de los muchos personajes que antes de 2010 vivían alejados de la política y que hoy son prósperos funcionarios.

Sin duda, el más notable de los inventos, es Ángel Trauwitz, quien después de ser un hotelero en crisis se convirtió en alto funcionario del gobierno morenovallista, siendo incluido en el gabinete legal como secretario de Turismo, desde donde fue proyectado como regidor en el Cabildo de la capital, con la intención de convertirlo en candidato a la diputación federal.

Por si fuera poco, ante su renuncia a la secretaría de Turismo, su amigo, el gobernador, no tuvo empacho en nombrar a su hermano Roberto, manteniendo así el control familiar de este sector. 

Para los empresarios del sector turístico resulta sorprendente el repentino resurgimiento del Hotel Bodegas del Molino, el cual se encontraba casi abandonado y en el cual hoy existe una transformación total, que presume una millonaria inyección de dólares.

Hace unos meses, el portal Status documentó, con estricto sentido periodístico, datos contundentes de la sociedad en la que participan los hermanos Trauwitz mediante la cual adquirieron una aeronave en la que viaja el hoy candidato panista a la diputación federal.

Lamentablemente mientras en Puebla aumenta diariamente el número de damnificados del sexenio, Ángel Trauwitz es uno de los pocos beneficiarios del morenovallismo.

Son las bondades de ser uno de los amigos consentidos del Señor de los Cerros.