Lo que originalmente me parecía una elección a modo para los intereses del Señor de los Cerros, que me hizo vaticinar —en el mejor de los casos para el tricolor— un 10-6 para el PAN, a un mes de la elección, parece haber cambiado al grado de inclinar la balanza entre los únicos dos partidos contendientes en estos comicios en Puebla.
Así las cosas, los tres distritos amarrados por el PRI, léase Atlixco, Ajalpan e Izúcar, debemos sumar los de Zacatlán, Zacapoaxtla, Huauchinango, Ciudad Serdán y un octavo distrito que saldrá de entre Tehuacán y Teziutlán.
En esa misma lógica, para el PAN serán los cuatro distritos de Puebla, a los que se sumarán Cholula, San Martín Texmelucan, Tepeaca y uno más de entre Tehuacán y Teziutlan.
De acuerdo a las últimas encuestas a las que tuvo acceso este columnista, la caída en la popularidad del gobernador, sumada a la falta de fuerza de los candidatos blanquiazules, le han abierto el camino a los priistas en distritos en los que no se les daba la más mínima posibilidad.
Por su parte, las cuatro diputaciones de los distritos de la capital le dan sendas ventajas al PAN, en donde el voto azul se suma a la aceptación del alcalde Tony Gali y a la estructura municipal, pese a los tropezones de algunos candidatos panistas que serían más rentables si se fueran de viaje durante las próximas cuatro semanas, en lugar de culpar al Chapulín Colorado por la inseguridad en Puebla; quizá el único priista que podría hacer el milagro sea Víctor Giorgana, en el 12.
A los cuatro de la ciudad se sumarán Cholula y San Martín, en donde el descuido priista hacia esos distritos lo están pagando y tienen en el aire a Teziutlán, en donde el carisma de Nancy de la Sierra contrasta con la arrogancia de Juan Pablo Piña; y Tehuacán, en donde el indefendible duelo del Club de los Animalitos pierde espacio con la campaña ciudadana de Geraldine González.
Se descarriló un tren en Tepeaca
En Tepeaca, donde se anticipó un choque de trenes, efectivamente se ha dado una lucha de cuchillo contra navaja.
Sin embargo, algo pasó en el camino, que uno de esos trenes parece descarrilado, ya que los números hoy colocan como virtual perdedor al priista Alejandro Armenta Mier, quien aparece en una encuesta contratada a una encuestadora nacional levantada entre el 29 y 30 de abril con un margen de error de +- 3% con una desventaja de 6 puntos con relación al candidato panista Mario Rincón González.
Algo ha pasado con el abanderado tricolor en el municipio de Tepeaca, ya que pese a que su partido tiene una simpatía de 22.5 por encima del PAN que obtiene un 18 por ciento, las tendencias cambian drásticamente cuando se les pregunta por qué candidato votarán para diputado federal.
Ahí los números se invierten y le dan a Rincón el 29.6 de la preferencia, contra el 22.9 de Armenta como priista más el 1.1 por el Verde, lo cual suma 24.
Muy por debajo aparece Concepción Contreras, del PRD, con el 4.3, y otros seis candidatos que en conjunto apenas 6 puntos porcentuales.
Lo grave para las intenciones del candidato priista es que al momento de iniciar la campaña contaba con 24.8 de la preferencia, contra el 22.3 del panista.
De esta forma, los números son contundentes y dicen que Armenta no ha crecido y que su oponente ha remontado prácticamente 10 puntos, lo cual indica que la campaña en contra del candidato morenovallista sustentada en el fracaso de los Verificentros no ha surtido los efectos deseados, mientras que la guerra contra Armenta lo tiene estancado en los mismos 24 puntos de preferencia.
Y para rematar, cuando la encuestadora determina el potencial de voto de cada candidato, la diferencia crece a 10 puntos, dándole un 43.2 por ciento a Armenta, contra un 53.2 de Rincón.
Por increíble que parezca, mejor las abanderadas del PRI en Ciudad Serdán, Tehuacán y Teziutlán están más cerca del triunfo que Alejandro Armenta Mier en el distrito de Tepeaca.
Ver para creer.