Una carta llegada a esta columna estaría poniendo al descubierto otra serie de delitos que se cometen desde el interior del Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Miguel y que deben tener todo el amparo no solo de los directivos de este centro penitenciario, sino de altas personalidades de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado, además de que estarían confirmando la presencia de grupos criminales que se dedican a las extorciones, levantones y a otros delitos federales, entre estos el tráfico de armas.
La carta proviene del familiar de una víctima de este grupo de maleantes, quien fue “levantado” por presuntos policías federales, bajo las órdenes de un expolicía o un falso policía federal que en el Cereso enfrenta cargos por robo de vehículo, posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejercito, además de usurpación de funciones.
 
Esta es la carta
“Existe interno en el CERESO de San Miguel, un individuo de nombre FERNANDO JUÁREZ MORALES, preso desde agosto de 2013 por robo de vehículo, posesión de cartuchos de uso exclusivo del ejército y usurpación de funciones, pues se hacía pasar por elemento de la PFP.
”Este tipo, desde el penal, se ha dedicado a extorsionar a los internos de reciente ingreso y a sus familias, pues constantemente los amenaza y les pide tarifas de 10,000 pesos, no para no hacerles daño a los reos, sino para no hacerles daño a las familias, pues en contubernio con los custodios que llevan el registro de las visitas, obtienen los datos de los familiares de los internos y con otros cómplices, que pueden o no ser policías federales, van siguiendo a los familiares y los interceptan, les dicen que tienen que presentarlos ante el MP, porque son cómplices del interno, en el delito por el que está preso y que también los van a consignar.
”Mientras esto sucede, el delincuente Fernando Juárez Morales busca al interno familiar y le dice que estaba hablando con sus amigos policías y que le dijeron que estaban haciendo esa detención, pero que como eran sus amigos, los podía convencer para que dejaran ir a sus familiares.
”Hace la supuesta negociación y los supuestos policías hacen el "sacrificio" y aceptan dinero. La familia, asustada, les dan los 10,000 pesos y se van, recibiendo el consejo de que se promuevan un amparo, porque los andan buscando, lo cual nunca es cierto.
”El delincuente Juárez Morales recibe la mitad del dinero y así día con día, pues en su celda tiene la información de por qué delito van llegando los internos de nuevo ingreso.
”Este tipo, también controla una red de venta ilegal de armas desde el CERESO, a donde lo vienen a visitar sus clientes y aquí le pagan y ya él manda a que su sobrino "Adrián" entregue el armamento afuera. El tiene, en una USB su catálogo de armas y lo muestra a sus clientes reproduciéndolo en una pantalla, en los propios comedores familiares y a la vista de los propios custodios”.

Venta de armas desde el interior del Cereso
Así las cosas, quien envió esta carta sostiene que este sujeto Fernando Juárez Morales tiene el permiso para tener a su disposición una pantalla que saca a presumir en el patio del Penal y donde, utilizando una USB, deja ver un catalogo de armas, tanto automáticas como de asalto, así como cartuchos, fornituras, uniformes y todo lo clandestino y bélico que usted se puede imaginar.
Todo lo que aquí le comento forma parte de una denuncia pública, hecha por el familiar de un interno acusado por delitos contra la salud. Los datos de este interno, que obran en informaciones oficiales y confidenciales, fueron entregados a este grupo de delincuentes y estos “levantaron” a un familiar del detenido, le dijeron que también estaba implicada en delitos contra la salud y no la dejaron en libertad hasta que no les pago 10 mil pesos, luego le advirtieron que no se le ocurriera denunciarlos.
Además de todo esto, alguien con “relaciones” con el crimen organizado está reclutando sujetos que cumplen sus condenas o salen del Penal, relacionados con delitos contra la salud.
La intención es la de formar un Ejército de narcomenudistas y de inundar al Estado de drogas. A fin de cuentas la protección viene desde la misma Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
¿Qué le parecería si le comento que las principales ejecuciones que han ocurrido en Puebla, dentro de la “guerra interna de narcomenudistas”, han sido a manos de elementos de la Policía del Estado?
Nos vemos cuando nos veamos.