De acuerdo a la organización internacional que defiende la liberad de expresión Article 19, el gobierno morenovallismo en los últimos dos años infringió de manera reiterada la Constitución y el código electoral en materia de publicidad oficial.
En 2013, el gobierno estatal gastó 134 millones de pesos en publicidad oficial, en esa ocasión se ubicó el número 12 a nivel nacional.
En 2014, Radiorama —una de las tres empresas contratadas por el gobierno estatal para publicitar el tercer informe de Moreno Valle—, transmitió spots radiales en 26 estados del país. A través de más de 80 radiodifusoras (de 431 que registra el grupo como afiliadas), en las que se incluyen las emisoras de los grupos Exa, Ultra, y Milenio Radio.
Las entidades federativas con el mayor número de impactos, más allá de Puebla, fueron el Distrito Federal (383), Sonora (350), Nayarit (313), Guanajuato (319) y Jalisco (290).
De hecho, el 34% de los 8 mil 99 spots transmitidos en señal abierta de radio y televisión se hizo fuera del estado de Puebla.
Para nadie es un secreto que todo este gasto publicitario tiene un propósito supremo: posicionar la imagen del gobernador Rafael Moreno Valle para convertirse en el próximo inquilino de Los Pinos.
Los gastos excesivos en publicidad y la violación recurrente a la ley electoral no importan. Lo que vale es la promoción de la imagen de Moreno Valle a cualquier costo.
Para desgracia de los poblanos y del erario público, la inversión publicitaria del morenovallismo no está rindiendo frutos.
La estrategia de posicionamiento del gobernador Moreno Valle no está funcionando.
La reciente encuesta publicada por Consulta Mitofsky de Roy Campos revela que el gobernador Moreno Valle no sólo no repunta en el nivel de reconocimiento de su nombre entre los electores, sino que ya fue rebasado por Ricardo Anaya y se encuentra 23.3 puntos debajo de Margarita Zavala y 17.9 atrás de Gustavo Madero.
En la puja general por la Presidencia de la República tampoco crece, pese a la inversión millonaria en publicidad.
De quince personajes con posibilidades de convertirse en el sucesor de Enrique Peña Nieto, medidos por Consulta Mitofsky, Moreno Valle ocupa el lugar trece en nivel de reconocimiento de nombre, con apenas 24.9 por ciento, muy lejos del 93.1 por ciento que tiene el puntero Andrés Manuel López Obrador.
Moreno Valle apenas logra superar al gobernador de Morelos, Graco Ramírez y al ahora nuevo titular de Sedesol, José Antonio Meade.
El gobernador perredista tiene un nivel de reconocimiento de nombre de 18.7 por ciento y el excanciller, 18.4 por ciento. Sin embargo, por la posición en la fue colocado y por la importancia de la política social del gobierno federal, José Antonio Meade sin duda saldrá del sótano.
El problema es para el morenovallismo que por más dinero que gaste, Moreno Valle simplemente no repunta, como un político de alcance nacional.