Pablo Rodríguez Regordosa, en su papel de fiel escudero del Señor de los Cerros, desdeñó el enfado ciudadano por la llamada ley #AntiBronco y desacreditó la participación ciudadana fuera de los partidos políticos.
En su perorata, el panista fustigó contra los opositores a la reforma electoral en Puebla, palabras más palabras menos, Pablo Rodríguez dijo: “si los independientes están preocupados por ser candidatos que formen su partido”.
Sus palabras echan por tierra lo hecho por sus antepasados. 
Su discurso descafeinado me hizo recordar las palabras del último presidente de la Junta de Mejoramiento Cívico Moral y Material del Municipio de Puebla, mejor conocida como Junta de Mejoras, se trata de Don Herberto Rodríguez Concha, quien promovió la participación ciudadana fuera de los partidos políticos.
Rodríguez Concha se enfrentó a la ley Bartlett, la cual propició la desaparición de la Junta, donde un grupo de ciudadanos participaban fuera de los partidos, ellos no quisieron conformarse en uno, aunque se sabía de qué lado estaban.
La Junta de Mejoras recibía recursos para la ejecución de obras que le correspondía hacer al ayuntamiento.
El último presidente de la Junta fue perseguido por el sistema; además, se recuerda que él nunca respondió con descalificaciones.
Por cierto, Herberto tuvo dos hijos, uno de ellos académico y vicerrector de la UPAEP, de nombre Herberto, el otro es Pablo.
El ahora diputado local destrozó con la llamada ley #AntiBronco el sueño de su padre y traicionó toda su formación de derecha.
Su incorporación al panismo fue por la trayectoria de su padre, hombre de principios y valores, coherente en su pensar y actuar. 
 Desafortunadamente, Pablito no sólo usufructuó la impecable trayectoria de su padre, sino que se olvidó de esos principios y ahora atenta contra las libertades que tanto defendió su padre.
De los principios del PAN simplemente los tiró a la basura para pagar y conservar sus canonjías políticas juega las cartas del morenovallismo, que utiliza prácticas caducas y añejas del sistema político mexicano y  que su padre tanto combatió.
Por militantes como el diputado Pablo Rodríguez la derecha, que era un equilibrio del poder en México, simplemente desapareció. Lo importante para este tipo de políticos formados en la derecha poblana es el dinero y el poder a cualquier costo.
Increíble pero cierto.
Así se las gastan los lacayos del Señor de los Cerros, no les importar destrozar y dejar en ridículo la lucha de sus antecesores.