Documentos en resguardo de este columnista, revelan que la recién nombrada Directora de Becas y Apoyo Académico de la SEP, Erika de la Vega Gutiérrez, falseó información respecto a su nivel académico, toda vez que no existen registros ni de su título, ni de la emisión de la cédula profesional, que la acredite como licenciada en derecho.
Hay que recordar que Érika de la Vega es una de las priistas que traicionaron a su partido, siendo "seducidas" por el Señor de los Cerros, quien les ofreció pagarles con un cargo en su gobierno, si aceptaban contender por Nueva Alianza, para intentar restarle votos al PRI y así frenar la debacle del PAN en el estado.
Fue así como Érika de la Vega recibió su recompensa por haberse vestido de turquesa en el distrito de Cholula, recibiendo el nombramiento de Becas y Apoyo Académico en la SEP.
El problema es que la flamante funcionaria de la SEP publicó un título profesional como Licenciada en Derecho, que después de una petición de acceso a la información, la autoridad respondió que no existe dicho registro, ni cédula profesional expedida a su nombre. 
Pese a que no es requisito para ser candidato el contar con cédula y título profesional, en el currículum que distribuyó en mayo de 2015 y ahora como funcionaria, afirma ser Licenciada en Derecho, sin embargo, ni su título ni su cédula profesional se encuentra en el Registro Nacional de Profesiones, como consta en el oficio de la dependencia, expedido el 2 de junio de 2015 y emitido por el titular de Enlace de la SEP, Adrián Palma Martínez.
Un dato relevante es que en los archivos del Poder Judicial Federal y en el ayuntamiento de San Pedro Cholula, en donde fungió como Juez menor durante la gestión de su esposo Alejandro Oaxaca Carreón, no existe cédula profesional que confirme el dicho de Erika de la Vega Gutiérrez, quien afirma ser Licenciada en Derecho.
Esta no sería la primera vez que sorprenden al gobierno morenovallista con títulos y cédulas falsas o inexistentes. Un escándalo reciente fue el del presidente del Instituto Electoral del Estado, Armando Guerrero, quien renunció al cargo tras conocerse que carecía de título y cédula profesional.
Es decir que para la administración estatal ya es una constante que sus funcionarios o recomendados, les tomen el pelo.
Habrá que seguir de cerca la permanencia o no de la expriista en la SEP, porque aunque no sea una exigencia la cédula profesional, sería incongruente que la directora y encargada de otorgar las becas educativas, incluyendo las de licenciatura y posgrado, no tenga cédula profesional.
Sin duda, los documentos que hoy publica Intolerancia Diario exigen una puntual aclaración de la nueva funcionaria que demuestre la existencia legal del título y su cédula profesional; o en su defecto, su inmediata renuncia.
Y en caso de no demostrar su legítima condición profesional, ser investigada por las faltas administrativas y la posible comisión de diversos delitos derivados de la falsificación o falsedad.
Lamentablemente, en el caso de Armando Guerrero la Contraloría Estatal se ha convertido en la tapadera de los funcionarios morenovallistas consentidos de Casa Puebla y han archivado el asunto sin que se hayan presentado las denuncias penales por los delitos de falsedad en los que incurrió el ex presidente del Instituto Estatal Electoral.
Así las cosas, mientras Armando Guerrero anda libre después de haber presidido el Instituto Estatal Electoral con un título falso, hay presidentes auxiliares que están presos por robarse, supuestamente, un celular.
Son las ventajas y privilegios de servirle al poderoso habitante de la Casona de Los Fuertes.
Y me viene a mi mente aquella frase de inicios de sexenio esbozada por el propio Rafael: "En Puebla, nadie por encima de la ley".
Solo le faltó decir: "Excepto mis cómplices".