El gran poder de convocatoria de Javier López Díaz y Cinco Radio, sirvieron ayer para explicar el declive del poder de Rafael Moreno Valle.
En el único evento político-social que se pueda preciar de plural en Puebla, fuimos testigos de la línea descendente de quien habita la casona de Los Fuertes.
Quienes hemos asistido año con año al aniversario de Buenos Días nos percatamos y vivimos los años del poder en pleno del morenovallismo.
Cual divo de Palacio, vimos año tras año pasear la arrogancia del Señor de los Cerros, quien apenas saludaba a los invitados de López Díaz, para dejarse vanagloriar por los súbditos de su reino.
Sin embargo, ayer los aires cambiaron. Moreno Valle dejó de ser la estrella de la fiesta y terminó siendo presa del momento político.
Ayer, los reflectores abandonaron a Moreno Valle y se enfocaron en personajes como Tony Gali, Juan Carlos Lastiri, Alberto Jiménez Merino, Víctor Giorgana y Vega Rayet, entre otros.
Y sobre todo, la tensión de años anteriores provocada por el ogro de Casa Puebla se esfumó, al grado de que hasta su gabinete se dejó ver entre las mesas, cuando en otros tiempos no tenían permiso ni de saludar.
Gracias al declive del poder sexenal, la fiesta de López Díaz recobró la alegría perdida con la llegada de Moreno Valle a Casa Puebla.
Fue tal el cambio de ambiente, que hasta Rafael quiso quedarse para disfrutar del ambiente que generó su pérdida de poder.
Como no había sucedido en cinco años, ayer se sintió una química distinta, como si todos los invitados —incluidos morenovallistas y antimorenovallistas— celebraran la debacle del Señor de los Cerros.

 

¿Qué esconde Audi?

Ayer el equipo de Intolerancia Diario —Mireya Novo, fotoreportera; Wilder López, camarógrafo y, Mario Martell, reportero—, fueron víctimas de la intolerancia de la empresa Audi.
Encapuchados trataron de impedir el trabajo periodístico de Intolerancia Diario, y les condicionaron el libre tránsito. Se les exigió borrar las imágenes captadas, a lo que en primera instancia se negaron. Esta situación ocasionó que por una hora los periodistas no pudieran abandonar las instalaciones y fueran escoltados por una decena de guardias.
Tras la denuncia en redes sociales, la condena a la agresión fue unánime. Estos hechos, generaron una exigencia de la Red Puebla de Periodistas para que la compañía Audi de México ofrezca respeto irrestricto a la labor periodística, “ya que no es la primera vez que se agrede a reporteros que buscan información”.
La pregunta obligada es: ¿Qué esconde Audi?
La empresa alemana no sólo recibió toda clases de incentivos fiscales y apoyos en infraestructura básica por parte del gobierno morenovallista.
Una vez instalada en San José Chiapa, Audi convirtió esa zona en un emporio feudal, donde imperan los caprichos y designios de la armadora alemana, al grado de apoderarse de una autopista pública.Todo bajo la complicidad del gobierno estatal.