El 17 de marzo de 2014, en la ciudad de Puebla y en San Pedro Cholula, fueron descubiertos los cuerpos sin vida de dos hombres que antes de ser ejecutados fueron sometidos a violentas torturas.
Juan Ramírez Romero, exagente de la desaparecida Policía Judicial del Estado (PJE) y Luis Fernando Andrade Zorrilla, exguardia de seguridad del casino Winpot, fueron asesinados en lo que pudo ser un "ajuste de cuentas" del crimen organizado o una limpia para que otra red de narcomenudistas se estableciera en la venta de drogas en negocios de giros negros.
Del caso de Juan Ramírez Romero, exagente judicial a quien le cortaron un dedo y lo mataron a golpes, hasta el momento la Procuraduría General de Justicia (PGJ), no ha informado de su esclarecimiento.
Del caso de Luis Fernando Andrade, quien la tarde del 17 de marzo fue hallado sin vida envuelto en bolsas para basura entre las calles el Mirador, entre Tlaxcala y Maravillas, del municipio de Santa María Coronango, a quien además de torturarlo le dejaron caer una piedra en la cabeza, la Procuraduría General de Justicia (PGJ), presentó a dos sospechosos.
José Armando González Segura de 34 años de edad y de Roberto Ortiz Huerta de 43.
Los dos, el 15 de marzo de 2014 estuvieron ingiriendo bebidas embriagantes con Luis Fernando Andrade Zorrilla, empleado de seguridad, quien presentaba problemas de farmacodependencia.
Los tres se encontraban en el After Underground, que en ese tiempo se ubicaba en la Recta a Cholula, a unos metros del antro Portos Tropical, propiedad de Carlos Torres Silva "El Pachis".
Pese a que en este caso y muchos más la PGJ se reservó los detalles de lo ocurrido se dijo que un "grupo armado" había llegado a ese lugar y se había llevado a Fernando Andrade Zorrilla, para que dos días después apareciera sin vida en la zona de Cuautlancingo.
El "error" de José Armando González Segura y de Roberto Ortiz Huerta fue que no denunciaron el levantón de su compañero de parranda y siguieron una vida normal, hasta que fueron detenidos por personal de la PGJ.
La declaración de los dos detenidos con relación a la muerte de ‎Fernando Andrade Bonilla no fue dada a conocer, solo trascendió que ambos cayeron en contradicciones y por esta duda fueron primero arraigados y luego consignados y de paso acusados por dicho crimen, ingresando al Cereso de Cholula, donde permanecieron hasta la tarde del 10 de noviembre.

Negligencia en las investigaciones

La defensa de los detenidos José Armando González Segura y Roberto Ortiz Huerta, la tomó el Corporativo jurídico "Ramírez Téllez y asociados", a través de su director y subdirector del área jurídico penal, los maestros ‎José Luis Ramírez Téllez y Nicolás Machorro Contreras, quienes tras una batalla legal demostraron que sus dos clientes fueron inocentes de homicidio y chivos expiatorios de la PGJ.
El corporativo ganó la resolución dictada por el juez tercero de distrito en el estado, dentro del juicio de amparo número 1367/2014, mediante el cual concedió el amparo y protección de la justicia federal a los dos ‎y quedaron de inmediato en libertad. 

Crímenes impunes

Con la libertad de los dos únicos acusados por la muerte de Luis Fernando Andrade Zorrilla, quien apareció sin vida la tarde del 17 de marzo, el caso sigue impune, lo mismo que el crimen del exagente de la PJE, Juan Ramírez Romero.

Nos vemos cuando nos veamos