Como lo anuncié en la entrega de ayer, los corderos tricolores se sumaron sin objetar a la reforma constitucional orquestada desde Casa Puebla y avalaron la continuidad del aún procurador Víctor Carrancá. 
Ahora en la llamada Fiscalía General del Estado, nuestro personaje permanecerá hasta el 2022.
Sumisamente, los diputados priistas callaron y acataron el mandato del gran legislador; además, olvidaron las críticas y cuestionamientos hechos por las dirigencias tanto nacional como la estatal al trabajo de la Procuraduría General de Justicia.
Pero esta actitud de genuflexión no es nueva; recordemos que tanto en la pasada legislatura como en la actual, hay personajes identificados claramente con el Señor de los Cerros; incluso, hubo un cordero priista que defendió a capa y espada la llamada ley Bala. ¿Su nombre? Sergio Salomón Céspedes; paradójicamente, nuestro personaje, es el flamante presidente de la Comisión de Derechos Humanos.
Ahora, el legislador, junto al resto de la bancada morenovallista, se sumó en comisiones a la imposición de Casa Puebla y en menos de 24 horas avaló el cambio de la Procuraduría General de Justicia a la Fiscalía General del Estado, la cual será votada y aplaudida por el pleno del Congreso.
Sin embargo, no es el único personaje al servicio del gran legislador. Hay otra diputada, priista de viejo cuño, la que opera abiertamente en favor del Señor de los Cerros. Se trata de Silvia Tanús Osorio, coordinadora de la bancada, quien demostró una vez más ser un peón del gobierno.
Pero el servilismo de estos corderos tricolores no es nuevo; recordemos, uno de los argumentos de Acción Nacional cuando aprobó la llamada ley #AntiBronco fue que contaban con un documento firmado por la bancada del PRI avalando los cambios.
Y efectivamente, los panistas habían logrado el aval de la bancada tricolor a través de la propia Silvia Tanús.
Sin embargo, la “priista” no contaba que como promotora de los candados a las candidaturas independientes sufrirían un cambio de rumbo cuando el diputado federal Víctor Manuel Giorgana y la dirigente estatal Isabel Allende cuestionaron y notificaron a la dirigencia nacional lo que sucedía. Fue así como Manlio Fabio Beltrones tomó cartas en el asunto y cambió el rumbo de la votación, poniendo por vez primera orden en la bancada.
Por cierto, esta vez Silvia Tanús mantuvo en lo oscurito la iniciativa morenovallista y no consultó el tema ni con la dirigencia estatal, ni con el delegado Rogelio Serna, lo cual ya es en una fructífera costumbre.
Otro que se sumó, recientemente, al redil fue Movimiento Ciudadano con su diputado Julián Peña Hidalgo. El legislador mantuvo, hasta hace un par de semanas una postura crítica y “valiente”; sin embargo, ya dobló los cuartos delanteros y se sumó a la borregada.
De esta forma, sin oposición en el congreso, el Señor de los Cerros ya tiene a uno de sus incondicionales cuidándole las espaldas para el siguiente lustro.
Víctor Carrancá continuará siendo el brazo armado para cumplir los caprichos de Moreno Valle.
La fábrica de presos políticos morenovallista tendrá vida hasta el 2022.
Sálvese quien pueda.