Uno de los proyectos insigne del Señor del Cerros es el teleférico. El morenovallismo tenía proyectado ponerlo en marcha en el Tianguis Turístico que se realizó en Puebla en 2013.
Las prisas, la falta de planeación y las ocurrencias de Rafael provocaron errores y retrasos que no terminan.
Dos años después de aquella promesa de inauguración, las obras continúan a marchas forzadas para concluir con el mini teleférico, que de turístico no tiene nada y mucho menos contribuye a la movilidad urbana, como en las grandes ciudades del mundo.
El teleférico ha sufrido varios retrasos y destrucción del patrimonio histórico y sigue sin funcionar.
Ayer, una vez más quedó de manifiesto la falta de coordinación e improvisación de las dependencias morenovallistas, al grado de que no lograron ponerse de acuerdo para realizar el simulacro. Cabe mencionar que la inauguración se tenía prevista para el próximo 15 o 16 de diciembre.
Ante estos errores de cálculo ya se volvió a mover la fecha para el 18 de diciembre, si bien les va.
Este martes se tenía planeado realizar un simulacro, pero se suspendió por la falta de coordinación entre los cuerpos de seguridad, por lo que no hay fecha aún.
El simulacro se debe hacer forzosamente como parte de los requisitos de seguridad, sobre todo luego de que la obra fue recortada de su primera versión hace más de dos años.
Aunque la oficina de prensa de la Secretaría de Infraestructura y Transportes informó que ya se realizó la semana pasada un primer pre- simulacro, la verdad es que nadie lo vio.
Ni siquiera emitieron algún comunicado al respecto o cerraron alguna vialidad. ¿Cómo le harían? ¿Saldría tan mal que prefirieron ocultarlo?
El fin es verificar los protocolos de atención en caso de emergencia, revisar los mecanismos de seguridad, el equipamiento de las cabinas y los tiempos de respuesta.
Pero a 11 días, no se ha hecho nada.
De acuerdo con la licitación SFA-OP-LPN-2014-042, el funicular de apenas poco más de 500 metros de longitud inició su construcción el primero de agosto y debía estar listo el 28 de noviembre del 2014.
El contrato es de 46 millones 850 mil 969 pesos para el parque y 143 millones 474 mil 362 pesos, para el transbordador, un total de 190.3 millones de pesos invertidos, casi la misma cifra que se iba a gastar por el primer proyecto, pero con mucho menos distancia.
De acuerdo a las bases de la convocatoria, el funicular iba a ser terminado el 23 de enero de 2015.
La edificación del teleférico fue la primera derrota jurídica del gobierno, ya que se tenía contemplada la construcción de cinco torres que llegarían al Barrio de los Sapos a varios kilómetros de distancia.
Finalmente fue suspendido luego de demandas de amparo ante la justicia federal por parte del Comité Defensor del Patrimonio Histórico, las que tiraron el proyecto original, literalmente.
Ahora el tiempo sigue caminando.