Aunque todavía la semana pasada había quienes se mantenían cegados sin querer ver las claras señales que marcaban que Blanca Alcalá era la candidata del PRI para la elección de este año, las dos pasarelas donde la llevaron de la mano Miguel Ángel Osorio y Rosario Robles fueron el marco del destape tricolor.
Sobre todo por todos los simbolismos que estos dos eventos llevaron implícitos.
Por un lado fue el hombre que maneja la política interna de la presidencia quien decidió venir a Puebla a un evento organizado por Moreno Valle.
Qué mejor momento que venir a Puebla del brazo de quien será la abanderada para equilibrar el paseo que le da el gobernador a su candidato.
Fue el primer encuentro de los dos abanderados en un acto público ya en esa calidad.
Tony Gali arropado por el Señor de los Cerros y Blanca Alcalá por el Señor de Bucareli.
No solo fue el espaldarazo, sino el "cara a cara" de los verdaderos coordinadores de las respectivas campañas.
Es innegable que este año la batalla de Puebla no tendrá como fecha cumbre el 5 de mayo, sino el 5 de junio.
Pero por si esa pasarela del jueves pasado no fue suficiente, desde Los Pinos mandaron con la representación presidencial a su principal operadora, a quien desde hace meses de manera directa y abierta le encomendaron Puebla.
Fue así como Rosario Robles levantó el veto al V Informe de Moreno Valle y después de que habían dado la instrucción de hacerle el vacío y no asistir, prepararon un camión con delegados, senadores y diputados federales para acompañar a Rosario Robles y Blanca Alcalá, para robar cámara en la llegada al recinto.
Para las pulgas de Rafael, no creo que le haya gustado nada que en su casa y en su fiesta, haya llegado la caravana priista encabezada por Rosario Robles, apoyando y placeando abiertamente a Blanca Alcalá.
Ahí quedó claro que la titular de Sedatu es mucho más que el enlace de la Presidencia de la República con el gobierno morenovallista.
Robles viene a Puebla con la misma encomienda de Guerrero, en donde metió en orden a los priistas y puso a andar la maquinaria federal para ganar la gubernatura.
Con la diferencia que en Puebla, Moreno Valle no va a ceder un solo espacio y va a defender su bastión con uñas y dientes.
Por lo pronto, esta semana los priistas harán oficial la candidatura de Alcalá, en la antesala de la que será la nueva versión de la Batalla de Puebla.
Hagan sus apuestas y busquen refugio en alguna trinchera, porque va a arder Troya.
Ya lo verán.