Imagine el lector cuánto gasta el gobierno del estado para hospedar y mantener a unos 150 efectivos de la Gendarmería Nacional, sin dejar atrás a los policías federales que también gozan de esa canonjía, para que se hagan cargo de la seguridad en una Puebla donde "no pasa nada".
¿Cuánto gasta el gobierno federal para traer partidas militares y de marinos, para "garantizar la seguridad de los poblanos"?
Le voy a decir para qué.
Para que en una semana hayan detenido a un "cristalero" y eso con apoyo de la Policía Municipal.
Los federales llegaron a Puebla con lentes negros, vienen a pasear, a descansar y nada más.
Qué importa que en el estado en este momento se gesten guerras‎ entre mafias para el control del robo de hidrocarburos.
Que sitios turísticos como San Andrés Cholula, con todo y sus antros, sean la principal zona de distribución y venta de alcaloides, con sus guerras y ejecuciones para mantener el control.
Los federales vienen a pasear, de turistas.

La Cuchilla

De qué sirvió que ante los mandos de estos gendarmes, marines, Ejército y anexas, los comerciantes del mercado conocido como “La Cuchilla" les hayan reportado que son vecinos de una verdadera organización criminal, desde los que operan en la fabricación, distribución y venta de discos pirata, hasta los que venden todo tipo de drogas.
De los jefes de grupos delictivos, como ‎Omar Onathan o Jonathan López (a) "El Negro", Marco Antonio Ruiz Gutiérrez (a), Marcos Flores Campos, "El Morris", además de Miguel Ángel Ruiz ‎Gutiérrez "El Bistec", que aquí les nombramos, a través de correos de denuncias, estos mandaron a decir que "ya se habían arreglado".

"Los delitos si no se denuncian, se repiten"

Usted debe recordar la frase de que "si un delito no se denuncia, se repite", entonces esto debe estar pasando en "La Cuchilla", donde no solo hay puestos de ventas de discos pirata, hay ‎bodegas de donde se surten de otros municipios, incluso estados.
Y de la venta de las drogas qué le digo, esta se ha extendido desde "La Cuchilla" hasta las colonias cómo Barranca Honda, Cerritos, Bosques de Amalucan y muchas más.
Mientras que los cuerpos de seguridad federales se dedican a perseguir a cristaleros, a pasarse los altos con las sirenas prendidas, a "desfilar" por diversos puntos de la ciudad como si su sola presencia frenara los constantes asaltos y robos a comercios, casas habitación, transportes, cuentahabientes, transeúntes, de vehículos.
Como que ya deberían de guardar sus lentes negros y ponerse a trabajar.
Que justifiquen la paga.

Nos vemos cuando nos veamos