La noticia del accidente que sufrió Ana Teresa Aranda fue vista por diversos medios, partidos y hasta por uno que otro personaje, como la oportunidad de lucrar con un evento, sin utilizar el más mínimo sentido de responsabilidad.
Fue así como corrieron en las redes dramáticas versiones reinando la especulación y el oportunismo.
El accidente de Ana Teresa Aranda ocurrió a las 13:30 horas en la carretera federal México-Tuxpan, a la altura del paraje La Venta Grande, cuando la precandidata independiente junto con un equipo de campaña de tres personas, viajaban de Huauchinango a Zacatlán para dar una conferencia de prensa.
Cerca de las 3 de la tarde, ante la presión de los reporteros de la región por la demora de la conferencia de prensa, se informó del percance y al filo de las 4 de la tarde llegó la noticia a la capital.
Fue así como algunos medios cayeron en la tentación de hacer una nota alarmista, de un accidente automovilístico, incumpliendo una regla básica del periodismo: verificar la información.
Tal y como aún puede leerse en las redes sociales, anunciaron que Ana Teresa estaba grave y que el conductor Christopher Sánchez Diego estaba inconsciente.
Sobra decir que todos buscábamos confirmar y ganar la noticia; por lo que el reportero de Intolerancia Diario, Francisco Sánchez, buscó entre otros a Sánchez Diego desde las 4:15 sin obtener respuesta. Ante la insistencia a las 4:20 horas el mismo Christopher que era el conductor del automóvil devolvió la llamada, lo cual desechó la versión de que había perdido el conocimiento.
En ese momento, el propio Christopher puso en la línea telefónica al paramédico Julio Hernández que lo estaba atendiendo, rápidamente le notificó al reportero Sánchez Nolasco que todos se encontraban estables sin que estuviera en peligro su vida.
Por obvias razones, la llamada fue corta y de inmediato Intolerancia Diario publicó la nota ya con un reporte oficial.
Lamentablemente no faltaron los medios que hasta las 6 de la tarde aseguraban que Sánchez Diego no había recuperado la conciencia; incluso, Pedro Ferriz insistía que Ana Tere estaba grave y que el colaborador permanecía en coma pese a que —como lo informó Intolerancia Diario — había tomado personalmente el teléfono para informar de voz propia de su estado físico.
Y el tema no terminó en la especulación sobre la gravedad de Ana Tere y sus acompañantes, ya que algunos empezaron a intentar hacer crecer la historia de un atentado, al grado de que no faltó quien aseguró que gente cercana a la precandidata, les confirmaba que fue un atentado.
Hasta el Consejo de Organismos Empresariales pidió que el gobierno investigara los hechos, cuando las fotografías revelan claramente se trató de un accidente, de los que lamentablemente son comunes en la Sierra Norte.
Por la noche tuvimos contacto con la gente más cercana a Ana Tere y el reporte coincidió con lo que nuestro medio informó.
Que reconozco no fuimos los primeros en dar la noticia, pero sí los primeros en dar información cierta.
Por cierto que como lo importante para los portales era Ana Tere, ninguno de los que irresponsablemente especularon con la salud de Sánchez Diego, corrigieron su falsa versión.
Hay que reconocer la postura de Ana Teresa Aranda, quien no utilizó este accidente para hacer crecer las versiones sobre un posible atentado.
Fue un accidente y punto.

El oportunista aldeano

De los oportunistas que aparecieron el sábado está Alberto Merlo, excandidato independiente, que lo primero que hizo tras enterarse de la noticia fue tomarse un vídeo y subirlo a las redes sociales para exigir el esclarecimiento de los hechos; él no preguntó por el estado de salud de los accidentados, solo vio la oportunidad de promoverse.
Beto Merlo anda subido su nubecita pensando que es el salvador de la democracia, pero estas acciones solo denota su oportunismo para intentar ganar reflectores.
Lamentablemente es el nivel de nuestra política aldeana.