Ayer domingo, el semanario Proceso publicó un reportaje firmado por el acucioso reportero Álvaro Delgado titulado: Denuncian "la mayor defraudación filantrópica de la historia".
El simple sumario de este reportaje revela la gravedad de un saqueo en el que se presume la complicidad del gobernador Moreno Valle: Una serie de artimañas legales desfondaron a una de las mayores organizaciones benéficas de Puebla y del país. Integrantes de la Fundación Mary Street Jenkins echaron a quien la presidía, crearon una nueva firma en Barbados y le transfirieron los 720 millones de dólares que administraba la agrupación en México. La influencia del gobernador Rafael Moreno Valle planea sobre todo el caso, igual que el fantasma de la defraudación fiscal…
Para un mayor contexto al reportaje de la Revista Proceso, me permito retomar mi columna Contracara escrita el pasado 10 de diciembre y en la que anticipábamos la relación del gobierno con quienes vaciaron las arcas de la Fundación Jenkins.
Aquí la citada entrega:
Contracara 10 Diciembre 2015
Otro escándalo en puerta para RMV
Víctima de una de sus leyes, el Señor de los Cerros está en camino de escenificar un nuevo escándalo debido a su desmedida voracidad.
Esta es la historia.
El día de ayer, el periódico Reforma publicó en su nota principal de la sección de negocios una nota titulada: Usan a Jenkins; pierde patrimonio.
Del cuerpo de este reportaje se desprende información altamente delicada que implica tanto a los Patronos Propietarios de la Fundación Mary Street Jenkins como al gobierno del estado en su calidad de miembro de la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla.
De acuerdo con los documentos del Servicio de Recaudación Interna de los Estados Unidos (IRS) presentados por Reforma, en un año la Fundación Jenkins perdió prácticamente todo su patrimonio.
Entre 2013 y 2024, los activos netos de la Fundación cayeron 98.8 por ciento, gracias a una inexplicable donación de 228.8 millones de dólares.
¡Así como usted lo lee!
La principal benefactora —durante las décadas de los 60, 70 y 80— de Puebla, así como de la Universidad de las Américas y el Colegio Americano, vio esfumarse su capital, sin que exista explicación sobre el destino de esta multimillonaria donación.
De acuerdo con la nota firmada por la reportera Laura Carrillo, se deduce que la familia Jenkins habría realizado triangulaciones financieras para hacer inversiones inmobiliarias, lo que implicaría a los Patronos Propietarios de la Fundación en diversos ilícitos de tipo penal.
Lo que no cita Reforma en esta revelación periodística es que el gobierno morenovallista tiene inferencia y responsabilidad en el manejo de la Fundación Jenkins, con las mismas implicaciones jurídicas ante un posible desfalco.
Este columnista tuvo acceso a documentos adicionales a los publicados por Reforma, los cuales confirman una serie de irregularidades por parte de los miembros del consejo de la FMSJ y de los miembros de la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla (JCIAPEP), lo cual involucra al propio gobernador Rafael Moreno Valle.
Hay que recordar que en este sexenio, el Congreso del Estado aprobó modificaciones a la ley de Asistencia Privada dando origen al involucramiento del gobierno estatal en las fundaciones privadas, a través de la citada JCIAPEP.
Originalmente, el Señor de los Cerros nombró a Guillermo Jiménez Morales como presidente, sin embargo, el exgobernador decidió no asumir el cargo, por lo cual Gustavo Garmendia se erigió al frente.
De acuerdo con esta nueva ley, el gobernador nombra a tres de cinco de los miembros de la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla y esta es la responsable del manejo correcto de las fundaciones.
Sin embargo, de manera más que sospechosa, el gobierno morenovallista se ha convertido en un testigo mudo de lo que sucede, pese a que Guillermo Jenkins Landa ha presentado denuncias en contra de los manejos de sus padres y hermanos.
Todo indica que estamos en la antesala de un escándalo de proporciones mayores, donde la familia Jenkins y el gobernador Moreno Valle podrían resultar implicados.
En una próxima entrega, Intolerancia Diario revelará más documentos y pruebas de la desaparición de estos 228.8 millones de dólares.
Lo que hasta hoy se conoce es apenas la punta del iceberg."
Tras la obligada cita, tal y como lo anticipamos, la bomba estalló en las manos del gobernador, sobre todo porque Proceso señala que los 720 millones terminaron en una cuenta en Barbados, tal y como se investigan los expedientes del llamado Panamá Papers. Así las cosas, el gobierno poblano está metido en un escándalo de proporciones incalculables y que señalan a la figura de su titular como presunto cómplice del fraude filantrópico más grande de la historia.
Ni más, ni menos.