La mañana del miércoles, hombres armados dispararon contra una caravana policiaca que revisaba presuntos chupaductos en la junta auxiliar de Palmarito Tochapan, que pertenece al municipio de Quecholac, uno de los cinco que integran “El Triágulo Dorado”" del robo de hidrocarburos.

Los pobladores desarmaron a dos elementos de la Gendarmería y los mantuvieron privados de su libertad hasta que llegó un contingente de la Policía Estatal Preventiva (PEP), de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), además del mismo Ejército Mexicano, luego los agresores se retiraron a sus viviendas.

Los encargados de la seguridad de los poblanos pensaron meterse a las casas donde huyeron los hombres armados y al final cambiaron de opinión por dos razones, saben que si entran van a ser recibidos a balazos y dos, estamos en temporada de elecciones y un enfrentamiento armado no le conviene al estado, ni a la misma delincuencia.

El caso es que los dos gendarmes fueron liberados y entregados a sus jefes y compañeros de trabajo.

Pero quedó algo claro, "en Palmarito nadie se mete", ni el Ejército.

Lo mismo pasa en el municipio de Palmar de Bravo, donde militares han sido desarmados, desnudados y hasta golpeados por vecinos que protegen a las bandas de ladrones de hidrocarburos, que están recientemente desempacados de Veracruz.

En otras palabras, estos ladrones de gasolina están ampliando su campo de operaciones, comprando las conciencias de las autoridades municipales y del estado y ejecutando a quienes se les pongan enfrente.

Ejecutan a exmando policiaco en Quecholac

Por lo menos dos días antes de que estos gendarmes fueran privados de su libertad, Andrés A., exjefe de grupo de la Policía Municipal de Tecamachalco, fue ejecutado de varios impactos de arma de fuego, uno de estos en la cabeza, cuando se encontraba en la población de ‎San Bartolomé Coscomaya, del municipio de Quecholac.

No se dijo de manera precisa cómo fueron los hechos, pero trascendió que los sujetos que le dispararon ya tenían tiempo siguiéndolo, esperando el momento preciso para asesinarlo.

Este exservidor público no murió en el lugar de los hechos, ‎fue trasladado a bordo de un vehículo particular hasta el Hospital General de Tecamachalco, falleciendo instantes después de su ingreso.

El personal de la Agencia Estatal de Investigaciones acudió a realizar las diligencias del levantamiento de cadáver.

‎¿Por qué lo mataron?

Andrés A., ya había sido elemento de la Policía Municipal en Quecholac y Tlacotepec, por lo menos en el primer caso se había involucrado con bandas de chupaductos.

Por cierto, la ‎Fiscalía General del Estado (FGE), al respecto de estos dos sucesos, no ha dicho nada.

Otra balacera con chupaductos

Otro hecho que ocultó la FGE fue el de la balacera ocurrida durante las primeras horas de la madrugada del miércoles entre elementos de Seguridad Física de Pemex y presuntos chupa ductos, en la zona de Santa Ana Xalmimilulco, del distrito de Huejotzingo.

‎El grupo delictivo al notar la presencia de los vigilantes de Pemex disparó en su contra y estos repelieron la agresión, por lo cual los maleantes decidieron escapar.

Personal del Ejército Mexicano, así como de la Policía del Estado, arribó al lugar para asegurar una pipa con más de 11 mil litros de hidrocarburos que llevaban los hombres armados.

‎Estos y otros hechos de violencia han sido ocultados a los poblanos, ¿Para beneficiar a quién?

¿Quién no quiere que se caliente la plaza?

Nos vemos cuando nos veamos.

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