Ora sí se nos están poniendo las cosas color de hormiga. Los partidos están cosechando lo que han sembrado por años: cochupos, intereses, tranzas, corrupción, en pocas y pelonas palabras.

Me temo que lo que ahora está sucediendo es el principio del fin. Lo he venido diciendo desde hace años: Por su santa madre, recuerden que nada es eterno, que todos los imperios y reinos históricamente han caído, que uno mismo dejará de existir mañana, etcétera, etcétera. Somos tan fatuos y tan ciegos que imaginamos que la vida no nos echará a la basura para darle vida a algo nuevo.

Si sembramos tranzas y corrupción, es idiota pensar que cosecharemos gloria para la eternidad. El desmadre de la CNTE lo sembró el PRI con la septuagenaria maestra Gordillo a cambio de canonjías y harta lana. Tú crees lector querido que los tranzas que obtuvieron esas ganancias a cambio de apoyar al partido se van a quedar callados, claro que no.

La bronca no es educacional, eso les importa un queso, lo que quieren es cobrar el voto que le dieron al partido a cambio de millones de pesos que hoy quieren… esos no son maestros, son vividores tramposos iguales al partido que les dio, que los encumbró en el pasado… La corrupción está en ambos lados. Por eso me enerva que les llamen “maestros”, aunque pensándolo bien, si son maestros, pero de la mentira y de la trampa, iguales a algunos de nuestros políticos… qué tristeza.

Como diría aquel: Uno como quiera, pero qué culpa tienen los pobres chamacos… y un país ingenuo y de buen corazón, con hambre y sé de justicia, diría Colosio.