Poco han entendido los priistas poblanos —quienes pasaron de la disputa canibalesca al llamado a la unidad, en el mismo fin de semana—, que las definiciones en la dirigencia de la entidad no se tomarán, sino hasta que el presidente Enrique Peña Nieto decida quién encabezará el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI.

Aquellos que sienten que con el apoyo de Miguel Ángel Osorio Chong basta para hacerse del edificio de La Diagonal y luego de la candidatura al gobierno, deberían ponerse a recapacitar.

Y es que no solamente el exgobernador de Hidalgo atraviesa una de sus peores etapas como funcionario con el conflicto irresuelto y lleno de aristas de la reforma educativa impugnado en el Senado por la batalla de Nochixtán y la violación de los derechos humanos, sino que también está acusado de operar en contra del su partido para descarrilar la carrera presidencial de Manlio.

Hay priistas de primer nivel que se sienten agraviados por el titular de la Segob y no son pocos.

En ese contexto, hay nombres que se han comenzado a manejar en la prensa y corrillos de la Ciudad de México sobre los posibles relevos para el sonorense Beltrones y, desde esas hipótesis, los escenarios para Puebla y los priistas poblanos son muy diversos.

Se ha señalado la posibilidad de que llegue al edificio de Insurgentes Norte Ricardo Aguilar Castillo, hoy subsecretario de Alimentación y Competitividad de la (Sagarpa), exsecretario de Organización del CEN priista y, principalmente y más importante, fue presidente del tricolor en el Estado de México cuando el hoy primer mandatario fue gobernador.

La posible llegada de Aguilar Castillo beneficia a los rupturistas que tienen el apoyo de Osorio Chong.

También hay quienes impulsan y señalan al mismo titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, José Calzada Rovirosa, como posible nuevo presidente del PRI.

El exgobernador de Querétaro es uno de los damnificados de Osorio, pues al salir del gobierno, incluso con una alta calificación aprobatoria, no pudo refrendar a su partido en el gobierno de aquella entidad, porque el candidato priista le fue impuesto y la mano que lo hizo despacha en Bucareli.

De llegar Calzada, los osoristas, que encabeza en Puebla Juan Carlos Lastiri, podrían sufrir.

Está también la mención, que se antoja poco probable, por el tema económico difícil que atraviesa México y el mal mensaje que se mandaría, que el hoy titular de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray y Caso, podría ir al CEN.

Incluso ya se ha dicho que para cubrir la vacante en la SHCP que dejaría Videgaray, se prepara el hoy titular de Desarrollo Social, Juan Antonio Meade Kuribreña.

De concretarse esta lejana posibilidad, la permanencia de Jorge Estefan Chidiac no solamente sería un hecho, sino que incluso se fortalecería.

En este contexto, muy adelantados se ven los que quieren la cabeza del diputado federal y quedarse con el Comité Directivo Estatal de Puebla; tan precoces, como quienes ya se ven y están armando “reuniones” para postularse, desde ya, a la candidatura del PRI para 2018.