Ayer, el INE dio las cifras contundentes de la votación del pasado 5 de junio.
No hay nada que matizar, solo 44 por ciento de la lista nominal salió a sufragar.
Las causas de la falta de participación ciudadana son diversas, pero lo cierto es que los poblanos ya no creen en los partidos políticos y sus candidatos.
En una guerra sucia como la que se desató en el pasado proceso electoral, los resultados son más que lógicos. Hay un ganador, pero el costo de la falta de credibilidad es alto.
Sobre todo el desgaste que provoca la famosísima guerra sucia.
El 21 de abril de 2016 este espacio publiqué:
La guerra de lodo
Al fin alguien levantó la voz en contra de la guerra de lodo que se está dando en las redes sociales. Fue la Red Mexicana de Franquicias la que advirtió que esto solo provoca que crezca el abstencionismo.
El capítulo Puebla de la agrupación sostuvo que los spots que manejan los antipriistas y antipanistas en las redes sociales solo están afectando el proceso electoral y pueden generar un mayor abstencionismo al registrado en campañas pasadas, conjuntado a la falta de propuestas que convenzan a los electores.
Señalan que la guerra de lodo que se está dando por ambas partes es una mala estrategia una vez que los mensajes que se están enviando y que son vistos por jóvenes que tienen edad para votar por vez primera los tomarán como “chistosos”, pero no verán un interés para acudir a las urnas el próximo 5 de junio.
Más allá de lo divertido de estos ataques y de lo que no da a los medios como notas que venden periódicos, yo espero que se eleve el nivel de la contienda y que se presenten propuestas, y qué mejor que sea este jueves en el CCE, en donde los candidatos tendrán la oportunidad de marcar el parteaguas de las campañas y elevar el nivel del discurso y el debate.
¿Se dará el milagro en el CCE?
Veremos y diremos.
Hasta aquí la cita. Los números no mienten. Los poblanos están hartos de la guerra sucia, no creen en partidos políticos y mucho menos en sus candidatos.