En los últimos días del mes de mayo ‎y los primeros de junio de 2015, los vecinos del municipio de Acatzingo se miraban alcanzados por el cielo.

Lo que ellos llamaron “Las Trompetas del Apocalipsis” se escuchaban por la mañana, tarde y noche.

Nadie sabía de dónde venían los sonidos que se antojaban a religiosos.

Periodistas investigadores, junto con científicos y uno que otro agregado cultural, llegaron a la zona y se acercaron al lugar de los sonidos que venían por dentro de la tierra.

Muchas familias colocaron en sus casas adornos florales y los pusieron cerca de sus santos más venerados y se prepararon para lo que ellos pensaban que era "el fin del mundo”.

Los periódicos nacionales ‎como Excélsior publicaron extensos reportajes sobre el sorprendente evento.

Tras el escándalo que sobrepasó el nivel nacional, el gobierno del estado de Puebla envío a sus propios investigadores para saber qué estaba pasando y detectaron que bajo los pobladores de Acatzingo se estaba construyendo un túnel suficientemente grande como para que pudieran colocar las tomas clandestinas que se les ocurrieran para robar hidrocarburos hasta que se cansaran.

Por debajo del agua, las autoridades del estado y de la federación realizaron investigaciones de quiénes pudieron haber construido.

El túnel era de kilómetro y medio, algo así como el que utilizó el "Chapo” Guzmán para la última de sus fugas.

Se tuvieron que utilizar cuantiosas sumas de dinero para electrificarlo y para colocar oxígeno, además de todo lo necesario para poder cruzarlo; estaba destinado para el ducto de Pemex que viene desde Minatitlán.

El túnel estaba a 300 metros paralelo a la autopista.

Lo que descubrieron los investigadores no fue revelado a los poblanos ni a nadie más, quedó en secreto.

Primero por la burla a la que fue expuesto el gobierno de Puebla, después, porque quedó comprobada la complicidad la autoridad estatal con las organizaciones de robo de hidrocarburos.

El “Niño Huachicolero”

Si los narcotraficantes tuvieron a su “Valentín Malverde”, los que se dedican al robo de hidrocarburos tienen a su “Niño Huachicolero”.

En el municipio de Palmar de Bravo, en una de las capillitas que se encuentra por el lugar, está la imagen de un "Niño Dios" que además de su atuendo religioso tiene una manguerita en la mano y muchos lo identifican como “El Niño Huachicolero”.

Palmar de Bravo en estos momentos podría ser “la cuna” del inicio de robo en ductos de Pemex, en la zona que comprende “El Triángulo Dorado”.

Es en este municipio donde se han registrado los hechos de violencia más trascendentes en lo que se conoce como el robo de hidrocarburos.

Es en este lugar donde se han asentado las organizaciones criminales que más han cometido robos en agravio de Pemex.

Antonino (a) "Tonino", es uno de los capos más fuertes que han operado en Puebla.

Este hombre actualmente estaría viviendo en Cancún, a unos metros de donde Thalía tiene una residencia.

El hermano de este hombre es abogado, podría ser el próximo presidente municipal de Quecholac.

Para aspirar a tal cargo, tuvo que hacerle unos "favorcitos" al partido político Compromiso por Puebla.

Algo así como para compras desde lavadoras, hasta refrigeradores, televisores y otros, para que este partido no solo tuviera presencia en Quecholac, sino para que ganara las elecciones.

‎Y en Quecholac el partido ganó de calle gracias a los buenos oficios de hombres que en camionetas cargadas con electrodomésticos recorrían casillas en ese municipio.

Y las historias son muchas.

Merecen otro espacio.

Nos vemos cuando nos veamos.