Lo ocurrido el pasado viernes en el Centro Histórico tiene una simple y sencilla explicación: que el presidente municipal Luis Bang aplicó la Ley Bala que Moreno Valle se negó a derogar.

A dos años de que el Señor de Los Cerros envió la iniciativa para abrogar la “Ley para Proteger los Derechos Humanos y que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza por parte de los Elementos de las Instituciones Policiales del Estado", mejor conocida como Ley Bala, esta se mantiene más viva que nunca.

Evidentemente, la ley fue enviada de dientes para afuera por Rafael, quien solo buscaba detener la arremetida social y mediática en su contra por la represora legislación.

Aprovechando los "beneficios" de la Ley Bala, los policías hicieron uso del “derecho” de disparar su armas en contra de una manifestación, ya que así lo establece la ley que aprobaron una bola de diputados inconscientes, más preocupados por complacer a su patrón, que por proteger a los ciudadanos.

Hay que recordar que el 22 de julio de 2014, luego de la primera víctima por la aplicación de la llamada Ley Bala, el Congreso del Estado anunció que habría reformas al documento que fue aprobado y publicado de manera irregular el 19 de mayo de 2014, luego de que llegó al órgano legislativo la iniciativa del gobernador para abrogar el documento.

Fue el 19 de mayo cuando 32 diputados votaron a favor de la aprobación, y 5 en contra, pese a las presiones de organizaciones sociales que cuestionaron la ley que permite disparar en contra de manifestantes las llamadas armas no letales.

En la iniciativa original enviada el 15 de mayo de 2014 se establecía que los policías podían utilizar armas de fuego en condiciones de máxima seguridad.

Tras su aprobación, el 19 de mayo fue modificada de manera irregular por órdenes provenientes de Casa Puebla y el diputado Julián Peña Hidalgo sostuvo que lo que aparecía en el Periódico Oficial del Estado y en el portal electrónico del Poder Legislativo no fue el documento que votaron los diputados.

Asimismo, el Periódico Oficial que recibió para su publicación el documento el 21 de mayo, la publicó "mágicamente" el 19 de mayo, es decir, dos días antes.

Es evidente que hasta el Periódico Oficial se prestó para justificar la vigencia de una ley, imprimiendo ejemplares con una fecha previa, pese a que existían elementos que demostraban que los diputados la votaron de manera extemporánea.

Así las cosas, este nuevo engaño legislativo que mantiene vigente la Ley Bala morenovallista, sirvió para que el alcalde Luis Bang echara plomo en contra de los ambulantes, en un nuevo operativo violento que de milagro no cobró otras vidas.