La semana pasada, dos graves y lamentables accidentes en Puebla provocados por conductores ebrios abrieron el debate sobre posibles cambios a la legislación.

El primero en levantar la voz fue el alcalde Luis Banck, quien expuso su interés de promover iniciativas que contemplen la suspensión definitiva de la licencia a quienes provoquen accidentes por tomar el volante en estado etílico.

La propuesta del edil parece que contará con el apoyo de una buena parte de la sociedad, sobre todo porque el timing de la iniciativa está respaldado por el impacto mediático de los dos percances que provocaron cinco muertes.

De entrada, me sumo, al igual que la mayoría de los poblanos, a la propuesta de Luis Banck, esperando que esta no se convierta en un instrumento populista y termine siendo una medida ejemplar para salvar vidas y reducir el peligro para quienes circulamos diariamente en esta ciudad.

Ahora bien, si de verdad el alcalde quiere tomar esta bandera para llevarla a buen fin, deberá tomar cartas inmediatas con su flamante director jurídico, Milton Carlos Ruiz.

Resulta que el sábado 13 de agosto fue detenido el abogado Milton Carlos Ruiz en la avenida 25 Poniente, a la altura de la 19 Sur, en la colonia Santiago, a bordo de un Passat negro modelo 2009, dando como resultado de la prueba de alcoholímetro que se encontraba en estado de intoxicación etílica severa.

Sobra decir que al igual que los dos accidentes mortales, este personaje pudo haber provocado otro de semejantes consecuencias.

Aunque usted no lo crea, a la semana siguiente a este incidente, Milton Carlos Ruiz fue nombrado director jurídico del Ayuntamiento de Puebla por el alcalde Luis Banck.

Quiero pensar que nadie —incluido el abogado Milton— le informó al presidente de la penosa detención, lo cual representaría una grave omisión de parte del nuevo funcionario, pero sobre todo, una falta de lealtad y honradez con su nuevo jefe.

De lo contrario, si Banck Serrato lo sabía, el nombramiento se convertiría en una especie de premio para el hombre que gusta de manejar en completo estado de ebriedad.

Y es aquí donde surge la pregunta:

¿Será el mismo abogado que fue detenido manejando en estado etílico severo, el que se encargue de elaborar la iniciativa que suspenda la licencia a quienes conduzcan borrachos?

Yo por lo pronto, me quedo con la idea de que le mintieron al alcalde y que desconocía a la fichita que nombraba como director jurídico.

Confirmar esta hipótesis resultará muy sencillo con las acciones que tome Luis Banck respecto a la permanencia en el cargo de su flamante funcionario.

Veremos y diremos.