Cuando las negociaciones para poner fin al problema de Chalchihuapan están por terminar, saldrá un as bajo la manga.

Y es que tras la salida de Jairo Javier Montes Bautista, exedil auxiliar de esta comunidad que ha mantenido la lucha contra el gobierno poblano, se maneja que estaría cerca el final del conflicto.

Incluso se habla de cifras en las negociaciones entre las autoridades con Araceli Bautista, mamá de Jairo y el abogado Alejandro del Castillo, que asesoran a Elia Tamayo, madre del niño perecido en el conflicto del 9 de julio de 2014.

Hay que recordar que el niño José Luis Tlehuatle Tamayo falleció 10 días después del enfrentamiento, por culpa de policías estatales.

Y la cifra que solicitan, según los que saben, es cercana a los 20 millones de pesos, según cálculos de lo que tendría que pagar el gobierno, basado en los estándares internacionales de este tipo de indemnizaciones.

Estas negociaciones están muy avanzadas y en las mismas se incluía la salida de Jairo, aunque no ha tenido reconciliación con su madre.

Pero el as bajo la manga está por venir.

Y es que en la indemnización solo están incluyendo a Elia Tamayo.

Pero jamás se ha tomado en cuenta al papá de José Luis, al señor Tlehuatle, quien se ha mantenido bajo la oscuridad por más de dos años.

Ha sido tanto su bajo perfil, que muchos suponían que Elia Tamayo era madre soltera.

Pero no.

El señor Tlehuatle vive con ella sin mayor problema, dicen los que saben.

Ahora estarán listos para solicitar también la indemnización que le corresponde.

Aparte se busca que haya una pensión vitalicia y becas educativas a las tres hermanas de José Luis, aún menores de edad.

Por lo tanto, aunque el final del conflicto entre el gobierno con los chalchihuapenses aún no está cerca, ya no está tan lejano como antes.

Veremos cómo funciona ese as para la solución o simplemente lo empantanará más.

Tiempo al tiempo.

 

La vara distinta

La semana pasada la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió un comunicado de manera inmediata, para informar que iniciaría una investigación sobre la muerte de la bebé Renata en una de las estancias infantiles de la red de Sedesol.

La indagatoria la haría por oficio.

Pero no evaluó que el caso es particular, sobre todo porque la bebé no era de las becadas de la dependencia federal.

Así que la competencia está en entredicho.

Pero la vara no fue la misma en el caso del exdiputado Gerardo Fernández Noroña, cuando no solo acusó, sino que por Periscope transmitió una presunta agresión dentro de Casa Aguayo a manos de Luis Arturo Cornejo.

Ahí no hubo indagatoria de oficio. Esperaron a que el político de izquierda acudiera a sus oficinas.

Así el trabajo del señor Adolfo López Badillo. Solo voltear a donde conviene, nada sorprendente.

 

El celular, por encima

Por cierto, mal se vio Gerardo Fernández Noroña en iniciar una protesta diaria a las puertas de Casa Aguayo, ante dicho ataque y la pérdida de su celular.

Lo malo no fue protestar, sino hacerlo por el teléfono.

Y es que de este modo demostró que para él vale más un celular Iphone 6 Plus que los presos políticos.

Todo porque jamás ha hecho una revuelta igual por los presos políticos que dice defender.

Por eso surge la pregunta ¿por qué no mantener el plantón diario hasta que los dejaran libres a quienes defiende? ¿Solo vale el plantón el teléfono inteligente?

Total, ya está tranquilo, porque le regresaron su celular de 19 mil pesos.