En cuestión de horas, el viaducto unificó el enojo de miles de poblanos que vieron cómo la obra de 10 mil 500 millones de pesos, que generó conflictos por más de un año por los constantes retrasos en la construcción, se convertirá en el elefante blanco más caro de la administración morenovallista.

Moreno Valle presumió la participación del gobierno del estado para que se ejecutara la obra, por lo tanto ahora tendrá que asumir las consecuencias por los reclamos de quienes transitan por el lugar sorprendidos por el abuso que se hizo con la tarifa que será de 55 pesos para automóviles por transitar apenas 15 kilómetros.

La molestia se reflejó desde el primer día de operación, ya que fueron contados los vehículos que transitaron por el segundo piso, contrario a los 11 mil que anunció el martes el gobernador durante la inauguración.

En contraste, fue impresionante el número de vehículos que hizo colapsar la parte baja de la autopista.

Así las cosas, el caos que provocó el inicio de operación del segundo piso de la autopista México-Puebla, debería provocar una acción inmediata de parte de las autoridades para resolver el problema.

Si partimos de la base de que los responsables de la destrucción de la parte baja de esta obra son los dueños de la empresa OHL que explotarán durante las próximas tres décadas esta concesión, pues tenemos que la solución está en manos de la misma empresa.

Veamos.

Hace unos días, el gobierno morenovallista anunció la construcción de un bulevar urbano, con ciclopista, jardines y pasos peatonales incluidos.

Evidentemente, reconstruir esta vialidad implicará varios meses y quizá años para concluirse.

La principal responsable de que se haya desmoronado el primer piso y todo el Periférico Ecológico es OHL, que cargó durante dos años el tránsito en estas dos vialidades, mientras construyeron su segundo piso.

Bajo esa lógica, me parece que el caos vial que hoy padecemos los poblanos porque el primer piso está intransitable, lo deben resolver Peña Nieto y Moreno Valle, obligando a OHL a abrir el segundo piso de manera gratuita, hasta que no reconstruyan el primer piso y el Periférico Ecológico.

La solución —independientemente del golpe bajo que representa el alto costo del segundo piso— la tienen en sus manos.

¿Tendrán la capacidad y la disposición para lograrlo, o les pesarán los acuerdos económicos que en lo oscurito existen detrás de esta obra?

Yo insisto, la solución es muy simple: segundo piso gratuito hasta que no arreglen el primero.

Que Peña Nieto y Moreno Valle respondan con hechos o que enfrenten y paguen sus atrocidades.