La aparición de un millar de espectaculares a lo largo y ancho del país, con la portada de la revista Líderes y con la figura de Rafael Moreno Valle con la leyenda: “El nuevo presidenciable”, confirma que el Señor de Los Cerros minimiza la inteligencia de los mexicanos.

La resolución del INE de ordenar bajar los espectaculares y los supuestos anuncios de la publicación, por representar una clara violación a la Ley Electoral, es apenas el inicio de un escándalo de proporciones insospechadas.

Estamos ante la posible comisión de un delito, tipificado como lavado de dinero.

Los recursos promovidos por el PRD y próximamente por Morena ante el INE pueden tomar una nueva ruta, toda vez que la millonaria campaña de la revista Líderes Mexicanos resulta inexplicable.

La defensa del suspirante presidencial se centra en que es una campaña de publicidad de la revista y que no sabe por qué utilizaron su imagen, pero que él no puede impedirlo.

El problema es que los números por ningún lado nos cuadran.

Hagamos cuentas.

De acuerdo con los números registrados por la editorial Ferraez Comunicación, SA de CV, ante la Secretaría de Gobernación, la revista Líderes Mexicanos tiene un tiraje mensual de 28 mil 482 ejemplares, de los cuales ponen a la venta 2 mil 813 sumados a los 19 mil 983 que son distribuidos a suscriptores y 5 mil 683 repartidos de forma gratuita.

Si tomamos como base que el precio por suscripción es de 300 pesos por 11 números, el costo unitario por ejemplar es de 27.30 y si lo multiplicamos por las 19 mil 983 suscripciones registradas, tenemos que Líderes Mexicanos cobra mensualmente 545 mil 536 pesos por ese concepto.

A este número hay que sumar la venta al público de la revista que a razón de 50 pesos, que suponiendo que vendan las 2 mil 813, tenemos que reciben 140 mil 550 pesos, a los que debe restarse 50 por ciento por concepto de gastos de distribución.

Ahora vayamos a la venta de publicidad, partiendo de la base de su propia tarifa, la cual contempla 154 mil pesos por su cuarta de forros (contraportada) y 135 mil de tercera y cuarta de forros. A lo anterior, vamos a sumar 25 páginas comercializadas a razón de 100 mil pesos.

En la hipótesis de que sus ventas sean sin un solo descuento, sin intercambios comerciales y que toda su comercialización sea a precios llenos, tenemos que Líderes Mexicanos recibe 3 millones 604 mil pesos mensuales.

A esta última cantidad debemos restar los costos de impresión, nómina, distribución y demás gastos operativos y administrativos de una publicación nacional, lo cual debe representar un costo de 50 por ciento, dando una utilidad aproximada de 1 millón 800 mil pesos.

Ahora vayamos a los costos de la gran campaña nacional como la que hoy inunda a México con la imagen de Moreno Valle.

De acuerdo con los reportes que tenemos, el promedio de espectaculares en cada estado rebasa los 30, por lo cual podemos hacer un cálculo conservador de mil en el país.

Los precios oscilan entre los 20 mil y los 150 mil pesos, por lo cual podemos tomar un promedio bajo de 40 mil pesos, dando un total de 40 millones de pesos mensuales.

A lo anterior debemos agregar los parabuses, los medallones en miles de camiones, publicidad estática en centros comerciales, aeropuertos y centrales camioneras, anuncios radiofónicos de cobertura nacional y regional y la publicidad en las diversas plataformas de redes sociales como Facebook, YouTube y Twitter.

Un dato revelador es que en el padrón de medios de la Segob, Líderes Mexicanos registra números ridículos de distribución en estados en donde colocó docenas de espectaculares.

Como ejemplo citaré Chiapas con 58 ejemplares, Querétaro 50 y Yucatán 71. ¿Cómo explicar un gasto publicitario tan alto en estados a donde mandan entre 50 ó 71 revistas?

En un cálculo muy conservador, la campaña debe superar los 100 millones de pesos por solo un mes de promoción.

Si Pitágoras no miente, resulta que Líderes Mexicanos tendría que gastar todas las utilidades de casi cinco años para pagar un mes de una campaña de estas proporciones.

Pero vayamos más lejos.

Basta con realizar una compulsa entre las empresas que comercializan los espectaculares con la editorial, para determinar si Líderes Mexicanos pagó la campaña.

Si el dinero salió de la cuenta bancaria de la casa editorial, el SAT puede investigar cómo llegaron esas cantidades a la empresa y determinar si se registraron como utilidades y si pagaron los impuestos respectivos; de no haber cumplido, estaríamos ante la presunta comisión de un lavado de dinero y una evasión fiscal.

Sin embargo, la otra posibilidad es que ese dinero nunca haya pasado por la cuenta de Líderes Mexicanos, por lo cual darle seguimiento a la ruta de ese dinero, nos llevaría inequívocamente a la Casona de Los Fuertes.

Ni más, ni menos.

Que el lector decida si les cree la historia de la campaña nacional de esta revista para posicionar la publicación, o si estamos ante una campaña presidencial, pagada con dinero sucio.

Sobra decir que yo tengo más que clara la respuesta. ¿Y usted?