Verdades a medias, cifras con mucho maquillaje, números tramposos, interpretaciones personales muy parciales y mentiras flagrantes fue lo que el gobernador Rafael Moreno Valle expresó en el programa de Televisa Chapultepec 18 que conduce Joaquín López-Dóriga y que tiene alcance nacional.

El conductor fue por momentos muy generoso y suave con el panista, quien sueña con la Presidencia de la República, pero la publicación de cintillos con tuits del auditorio, en supuesto tiempo real, donde se criticaron y exhibieron los excesos y errores del mandatario poblano, dejaron abollada su imagen en el programa que se transmitió el martes por la noche.

El expriista no se cansó de falsear, de tergiversar la realidad que vive Puebla en la actualidad.

Dijo que su gobierno, el que terminará el próximo 30 de enero, fue de coalición.

No, nunca funcionó así.

Moreno Valle sostiene que tomó programas y acciones exitosas de otras entidades, en donde gobiernan el mismo Partido Acción Nacional (PAN) u otros institutos que apoyaron su postulación en 2010, y con eso cree que puede llamar a su administración "plural y de coalición".

Falso.

El gobierno de Moreno Valle dejó fuera a personajes del PRD, Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), contó con muy pocos de Nueva Alianza y relegó a los verdaderos panistas de cepa de la entidad.

Su administración estuvo conformada por sus cuates, por sus incondicionales y por sus aplaudidores.

Luego, Rafael Moreno Valle aseguró que la deuda que deja no es tan grande como se estima y que especialistas han calculado por más de 150 mil millones de pesos, a pagar por los próximos 30 años.

En este tema también intentó maquillar las cifras. Con el tecnicismo, para justificarse, de que se trata de "pasivos" y no deuda, quiere suavizar la verdad, que Puebla está embargada y el futuro de varias generaciones de poblanos está comprometido.

Hay que recordar que tan solo en lo que se refiere al involucramiento de recursos federales, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló recientemente que la administración morenovallista escondió una deuda de 24 mil 600 millones de pesos, pues solamente reportó una de 8 mil 608 millones.

Puebla es el estado con la deuda oculta más grande de todo el país, tan solo en la revisión de la cuenta pública de 2015.

De manera tramposa, Moreno Valle le dijo a López-Dóriga que debe menos de lo que le heredó Mario Marín Torres, cuando en realidad incrementó de manera exponencial el déficit de la entidad.

El suspirante presidencial afirmó, asimismo, que a él no le correspondía perseguir los presuntos delitos y desfalcos del exgobernador priista, que ese era asunto de la Procuraduría General de la República (PGR) del gobierno del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Es una verdad a medias, pues los operadores de Moreno Valle siempre han presumido, en corto, que tienen un abultado expediente contra Marín, pero que si no lo han metido al penal de San Miguel es porque hubo un pacto entre el hoy gobernador y el priista, del que fue constructora y testigo de garantía la maestra Elba Esther Gordillo. Ella sí está presa actualmente.

Claro, hoy le conviene embarrar y culpar a Calderón, antes su aliado y hoy su enemigo, pues su esposa, Margarita Zavala lleva la amplísima delantera al poblano, que no le ve ni el polvo en la carrera interna de AN por la candidatura presidencial de 2018.

Hay mucho más. La entrevista con López-Dóriga mostró a un precandidato débil, desesperado y vehementemente esforzado por hacer creer sus "verdades", pero sin verosimilitud ni firmeza en sus dichos.

Se vio al Moreno Valle que ya no sabe qué hacer, cómo destacar, cómo salir del sótano de las preferencias para que lo tomen como un aspirante serio. Para eso, pareciera que ya es demasiado tarde.