Justo a 30 días de que el Señor de Los Cerros saque sus cachivaches de Casa Puebla, los poblanos debemos preguntarnos qué nivel de gobernador tuvimos durante los últimos seis años.

Más allá de la cantada y trillada frase de la transformación de Puebla, que se reduce a una mera y simple decoración de la zona rica de la capital conocida como Angelópolis —de la que les hablaré en una próxima entrega— lo que debemos estudiar para evaluar al gobernador saliente es el grado de la eficiencia, tanto de sus obras como de los programas implementados en su administración.

No se necesita ser un estadista consumado para concluir que Rafael Moreno Valle quedará marcado como el gobernador más ineficiente de la historia.

Vayamos por partes, porque ejemplos sobran.

Aquí les va una lista de algunos de los programas, obras y acciones que serán recordados especialmente por su nula eficiencia:

Crédito a la Palabra

Distribuidores Viales

Arcos de Seguridad

Centros Integrales de Servicio

Ciclovías

Estrella de Puebla

Teleférico

Segundo Piso

Ciudades Rurales

En el entendido de que estas son solo algunas de las ineficientes obras y acciones del morenovallismo, en los próximos días iremos desglosando cada una de ellas para confirmar que el "suspirante" presidencial es un gobernador que será recordado por su total ineficacia.

Para empezar este recuento, voy a tomar una de las banderas demagógicas de Rafael.

Si recordamos, desde su llegada al gobierno, el nieto del general inició con un programa tan populachero como ineficiente. Me refiero al famoso Crédito a la Palabra para la Mujer Emprendedora.

Organizar eventos multitudinarios para entregar cheques a mujeres necesitadas no es ningún mérito.

Entregar cheques de mil y 2 mil pesos a miles de señoras urgidas de pagar la renta o de comprar zapatos a sus hijos es lo más sencillo para cualquier gobernante.

Sin embargo, cuando Rafael Moreno Valle prometió en campaña la creación de un crédito a la palabra, no hablaba de cheques de mil pesos, él hablaba de darles un crédito para iniciar sus propios negocios.

Recuerdo perfectamente sus discursos y nunca les habló de mil pesos a esas señoras; Rafael les hablaba de ese crédito a la palabra con el que les cambiaría sus vidas.

A seis años de gobierno y a menos de un mes de concluir su función, Moreno Valle fracasó con su programita estrella.

Con ese cinismo a ultranza que caracteriza al gobernador saliente, en la última entrega de cheques del programa Crédito a la Palabra se dieron cifras verdaderamente absurdas.

Se dijo que gracias a este programa, en Puebla hay 44 mil mujeres que ya tienen su propio negocio.

Así como usted lo lee. Son 44 mil mujeres las que ya tienen su propia empresa, gracias a esos cheques de mil y 2 mil pesotes.

Si son 44 mil beneficiadas y considerando que en Puebla hay poco más de 3 millones de mujeres, de las cuales más de 1 millón son menores de edad, tenemos que una de cada 40 mujeres en edad productiva puso su propio negocio en este sexenio.

¿En dónde diablos están esas empresas?

¿Están registrados estos negocios en el IMSS y todas ellas cuentan con seguridad social?

¿Bajo qué régimen fiscal están dadas de alta en Hacienda?

¿En dónde se otorgaron esas 44 mil licencias de funcionamiento?

¿A qué se dedican todas esas mujeres emprendedoras?

Evidentemente no existe ningún respaldo legal que le dé seriedad a este programa.

La razón es muy simple, que con un cheque de mil pesos nadie inicia un negocio; ni para un puesto de memelas les alcanza, porque el puro tanque más el gas vale mil pesos y otros mil de la mesa y la materia prima.

Y que si juntaran a 20 de ellas para reunir sus cheques, con 20 mil pesos no ponen ni un puesto en el mercado. Y si lo ponen, las utilidades no les dan para que vivan esas 20 mujeres de un solo local.

De acuerdo con la información oficial, el gobierno entregó 198 millones distribuidos en 97 mil acciones que provocaron que 44 mil mujeres tengan hoy su propio negocio.

Es decir, que a lo largo de seis años le dieron a cada mujer poco más de 4 mil 500 pesos en promedio como préstamo en diferentes entregas, porque además no es a fondo perdido, sino que hay que pagarlo, lo cual convierte a estas mujeres en verdaderas genios de las finanzas.

Si de verdad existieran estas 44 mil nuevas empresarias, hay que proponer a Moreno Valle para que gane el Nobel de Economía.

Imagínense que con 198 millones, el "doctor" Moreno Valle logró hacer empresarias a 44 mil mujeres.

Si en lugar de gastarse 6 mil millones en el Museo Barroco, lo hubiese aplicado en su "exitoso" Crédito a la Palabra, habría hecho empresarias a más de 1 millón 200 mil poblanas.

El Nobel de Economía, seguro.

Pero son tan burdos y cínicos, que no se dan cuenta que con una calculadora y un poco de tiempo se descubren todos y cada uno de sus engaños.

Y así cómo el Crédito a la Palabra, los demás programas y obras son parte del Tratado de la Ineficiencia escrito por Rafael Moreno Valle durante estos seis fatídicos años.