En la segunda mitad de octubre mientras en el acto inaugural del segundo piso de la autopista México-Puebla de la empresa OHL, el presidente Enrique Peña Nieto escuchaba una petición de parte de su anfitrión, el gobernador Rafael Moreno Valle para que inaugurara en unas semanas más el edificio que alberga las instalaciones del C-5, un complejo de seguridad de reciente operación a pie del Periférico Ecológico, el reportero enviado por The New York Times, Maattathias Schwartz investigaba, entrevistaba y constaba sobre el trabajo de espionaje con fines políticos de parte del panista que aspira a ser candidato a la Presidencia en 2018.

Los ojos del enviado se abrieron aún más ante el hallazgo periodístico, obra de la casualidad: el panista poblano pedía al priista un gesto de cortesía característico de la política mexicana, como el corte del listón inaugural de un edificio equipado por una empresa de espionaje con sede en Italia, de donde venía para hacer su trabajo de investigación periodística. Una perla.

En Puebla Hackin Team, una firma italiana se había metido hasta la cocina de los poblanos, primero con la distribución de un gusano informático que ahora sabemos a través del reportaje publicado en The New York Times Magezine, también ha sido utilizado por regímenes dictatoriales como los de Sudán, Egipto, Arabia Saudita y Uzbekistán o de agencias de espionaje del gobierno de Vladimir Putin en Rusia y hasta hackeado la campaña electoral de Hillary Clinton.

En octubre de 2015 el autor de esta columna publicó que Hacking Team había recibido a través de una filial en México, Picorp de México, SA de CV, la asignación del equipamiento del Complejo Metropolitano de Seguridad (C-5) por 322 millones de pesos, una suma superior al monto destinado por entidades del gobierno federal como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), con 261 millones 160 mil de pesos.

Esta empresa forma parte de un holding que incluye a Seguritech Privada, SA de CV, cuyo director en México, Ariel Picker Schatz, estuvo en Puebla en noviembre pasado para participar de la Cumbre de Negocios, ronda en la que también actuaron los secretarios de Energía, Pedro Joaquín Coldwell y de Hacienda, José Antonio Meade, además de la embajadora de EU en México, Roberta Jacobson.

‘Un comunicado filtrado a la plataforma WikiLeaks, Hacking Team admitió y reconoció que Picorp forma parte de las firmas que integran este holding, descubierto por The Citizen Lab de la Universidad de Toronto en Canadá y que propició un escándalo a nivel mundial en el verano pasado’, dice el texto publicado en 2015.

Y aunque el gobierno de Puebla se ha empeñado en negar el vínculo con este conglomerado de empresas, existen huellas difíciles de borrar: la política de privacidad de Grupo Seguritehc: “AVISO DE PRIVACIDAD relacionado con los datos personales recabados por SEGURIDAD PRIVADA, SAPI DE C.V., SEGURITECH PRIVADA, S.A. DE C.V., PICORP DE MÉXICO, S.A. DE C.V. Y E-PAGO.COM, S.A. DE C.V.”

Poco después el sitio SinEmbargo.MX publicó que tras recibir una carta de desmentido sobre esta asignación directa, la administración de Moreno Valle borró de su sitio en internet el nombre del contratista ganador cuyo concurso fue el SFA-OP-LPN-2015-030 en el que había competido el poderoso Grupo Ingenieros Civiles Asociados (ICA) http://www.sinembargo.mx/21-10-2015/1521893?utm_source=Relacionados&utm_medium=Lista&utm_campaign=SEO

El reportero enviado a Puebla por NYT habló con una decena de actores políticos de diversos partidos, muchos de ellos con cargo público hoy en día; lo hizo con periodistas que han documentado el trabajo cada vez más evidente de espionaje, habló con empresarios acosados, escuchó conversaciones telefónicas obtenidas mediante escuchas sin escrúpulos y constató documentos, imágenes y dispositivos móviles.

En el amplio trabajo de investigación queda claro que Hacking Team ofrece sus servicios a agencias de inteligencia legalmente constituidas como la DEA, FBI o el Cisen; pero también lo ha hecho a grupos de notable perfil dictatorial en Baréin, Marruecos o Sudán… y desde luego al gobernador de Puebla.

Como dicen los ejecutivos de la empresa cibernética italiana, según consta en el trabajo del Times: “Si uno vende sándwiches a Sudán (él no está sujeto a la ley) Hacking Team debería ser tratado como vendedor de sándwiches”.