El actual presidente del Tribunal Superior de Justicia, Roberto Flores Toledano, fue impuesto por Rafael Moreno Valle al principio de su sexenio. Antes de ese nombramiento, nuestro personaje era un auténtico desconocido en Puebla, un abogado inexperto en la impartición de justicia. Un aprendiz en los litigios.

Antes de que su amigo de la infancia lo convirtiera en un flamante magistrado, se desempeñaba en la Ciudad de México como un modesto profesor universitario, con un despacho fiscal y mercantil de poco reconocimiento —Flores Toledano y Rullan Abascal, SC—.

También trabajó como funcionario de bajo nivel en la Tesorería del Distrito Federal y como empleado de la compañía PIPSA —(Productora e Importadora de Papel).

Sin embargo, de la noche a la mañana Flores Toledano se convirtió en el burócrata mejor pagado del sexenio. Incluso, en 2016 su sueldo fue superior al del gobernador entrante, Antonio Gali Fayad.

Al año gana 1 millón 414 mil pesos, más prestaciones como renta de residencia en el exclusivo y más caro fraccionamiento de Puebla: La Vista, chofer VIP, que gana más que los médicos legistas y diligenciarios.

En los últimos años, Flores Toledano manejó la impartición de justicia a su antojo, no pudo erradicar la corrupción en los juzgados y lo peor, va en aumento.

La semana pasada, nuestro personaje declaró que se aferra a su salario y que prefería ahorrar en papel e insumos de oficina. ¿Sabrá este personaje que durante su presidencia nunca ha habido papel de baño o jabón en los baños públicos de Ciudad Judicial ni en ningún juzgado?

La falta de liderazgo, la total incapacidad y la falta de honestidad con que se ha conducido la administración de la justicia morenovallista han sido causa del creciente malestar que se ha vivido en el grupo de jueces y magistrados que conforman el equipo de trabajo del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

No es un secreto que a todos los jueces y magistrados, el presidente amigo de Rafael Moreno Valle pide favorcitos para que los asuntos se resuelvan a favor de sus intereses y amigos.

Los favoritismos son gracias a la “manga ancha” que le facilita su amigo el gobernador y suspirante a Los Pinos.

La corrupción en la aplicación de la justicia viene mediante imposición de los compromisos de quien contraviene la promesa de Moreno Valle, mismo que textualmente le ordenó al actual presidente: “… Que los juicios los ganen quienes tengan la razón y no quienes tienen dinero o estén cerca del poder…”

La indignación de los magistrados y de los jueces es mayor ahora que con el pretexto de la implementación del sistema anticorrupción, el gobernador saliente aprovechó, ahora sí, para sacar de la congeladora legislativa la creación del Consejo de la Judicatura, que fue rechazada todo el sexenio por los magistrados y aprovechando la ocasión se reelegirá e impondrá al amigo del gobernador saliente como presidente por cuatro años más.

Además, se le otorgará el poder absoluto de la judicatura en la que Flores Toledano podrá, ahora sí, tener el control absoluto de los jueces y vigilarlos.

La imposición causará complicaciones al entrante gobierno de Tony Gali, quien se enfrentará a una creciente, ambiciosa y cínica corrupción en la impartición de justicia que promovió el amigo de la infancia del gobernador saliente.