Tras la comparecencia del secretario de Salud, Salvador Escobedo Zoletto, en la que dejó latente su indolencia y absoluta desfachatez, y ante la evidente complacencia, quizá complicidad del gobernador Moreno Valle, decidí escribir una Carta Abierta al titular de Salud del gobierno federal para hacer un último intento de que las muertes provocadas por la negligencia de la autoridad estatal sean investigadas de la misma forma que lo harán en el estado de Veracruz.

Hoy en Puebla un niño se debate entre la vida y la muerte por tétanos provocado por la incapacidad y el desabasto de vacunas en un estado que presume de contar con Cobertura Universal en Salud. Aquí la carta.

Carta Abierta

Srio. Dr. José Ramón Narro Robles

Secretaría de Salud

Lieja No. 7 CDMX

Dr. Narro Robles:

Ahora que el tema de salud está en boca de todo México por la denuncia del gobernador Miguel Ángel Yunes en el estado de Veracruz, por el supuesto uso de medicamentos apócrifos en el tratamiento de niños con cáncer, y considerando que usted ha dado indicaciones directas a sus colaboradores para realizar una profunda investigación sobre estos hechos, es mi obligación como ciudadano hacer esta denuncia pública, debido a que en Puebla suceden situaciones tanto o más graves que en nuestro vecino estado.

Quiero pensar que, dada su trayectoria profesional, la decisión de investigar a la administración de Javier Duarte en el sector Salud por los malos manejos de fondos destinados al cuidado de ésta, es ajena a cualquier interés político, por lo que le pido lo demuestre volteando la mirada a este estado que usted bien conoce.

A través de los medios y de la información ofrecida por los órganos oficiales, seguí su reciente visita a Puebla, donde usted acudió a diferentes actos del sector Salud en los cuales externó comentarios de reconocimiento hacia la figura del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

Lamentablemente, en estas giras los gobernantes solo dejan ver la parte presentable, pero se oculta la realidad en la que viven los poblanos, por lo que me permito darle algunos datos reveladores que seguramente servirán para que no lo sigan engañando.

En el Hospital General de Puebla, conocido como “Agua Santa”, se encuentra hospitalizado en el área de Terapia Intensiva de Pediatría un menor de 9 años originario de la población de Cuacnopalan.

Este niño sufrió en las pasadas fiestas de Reyes Magos quemaduras severas en las manos por explosión de cuetes en su comunidad, donde ya no existe el Centro de Salud, ya que éste fue cerrado por la apertura del Hospital Integral de Palmar de Bravo.

En este nuevo hospital se le suturó la herida que, de acuerdo con un especialista consultado, no debió practicársele por los posibles restos de pólvora, debiendo dejarse abierta.

Los padres llevaron al niño al hospital de Palmar de Bravo en dos ocasiones posteriores y nunca se le aplicó suero antitetánico.

De acuerdo con testimonios de personal del hospital de Agua Santa, los familiares informaron que al menor nunca se le aplicaron las vacunas del cuadro básico, lo cual resulta inconcebible.

Doctor Narro, ¿es esto permisible en nuestros días?

Hoy que está comprobado que en Puebla existen niños en las zonas rurales-urbanas sin vacunar y uno de ellos en terapia intensiva por un cuadro grave de tétanos: ¿Puede el gobernador hablar en su informe de gobierno que logró la “Cobertura Universal de Salud”?

Lamento no poder dar más datos sobre las condiciones actuales del menor, pues en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) le fue negado todo tipo de información a nuestro reportero, convirtiendo la zona en un búnker donde intentan ocultar este caso.

Otro caso que merece atención es el de un joven integrante del Grupo de Forcados de Teziutlán, quien actuando el pasado 19 de diciembre en la población de Santo Tomás Hueyotlipan resultó herido al momento de hacer “la pega”; el rejón de una banderilla se incrustó en su hombro por arriba de la clavícula. Fue llevado por sus compañeros de grupo al cercano Hospital de Tepeaca, nosocomio que ostenta el letrero de “HOSPITAL GENERAL”, entendiéndose por ello que cuenta al menos con las 4 especialidades básicas de la medicina. Ese día, domingo por la tarde, el hospital se encontraba a cargo de un pasante de medicina en Servicio Social, mismo que se manifestó no apto para hacer la extracción del rejón.

Se contempló la posibilidad de trasladarlo a Puebla por lo que informó el inexperto pasante que sí había ambulancia, mas no conductor ni combustible. Ahí esperaron a que llegara un médico para extraer el rejón y les dieron la instrucción de que acudiera a otro hospital para tomar radiografías y descartar otra lesión. ¿Un Hospital General sin rayos X?

Y en todo este deambular hospitalario el suero antitétanos, que todos sabemos es obligatorio en estos casos, le fue aplicado hasta el tercer día al acudir por tercera ocasión a su curación. No estamos hablando de otro caso de tétanos por auténtico milagro.

¿Doctor Narro, qué es lo que está ocurriendo en Puebla?

Estos dos eventos se unen al lamentable hecho de la bebé fallecida por no haber disponibilidad de traslado de la madre del Hospital de Pahuatlán al de Huauchinango que dio origen a la RECOMENDACIÓN 58/2016 de la CNDH, debido a que “la ambulancia simplemente NO encendió”, según la respuesta oficial.

No es gratuito que el estado de Puebla ocupe uno de los 5 primeros lugares en mortalidad infantil y que en muertes maternas las cifras también sean alarmantes.

La presencia innegable de tétanos, aunque los diagnósticos sean enmascarados y las estadísticas maquilladas, ubican a este estado al mismo nivel de salud que los países menos desarrollados de África.

Al escritorio de este servidor, así como a nuestro buzón de atención al lector, llegan multitud de quejas de padres de familia que acuden a Centros de Salud por lesiones, cortaduras, accidentes domésticos, de campo o hasta deportivos y se les niega la atención; en ocasiones, también la aplicación de la vacuna antitetánica argumentando que “no hay biológico” o bien que deben acudir a la clínica que les corresponda.

Ante la indolencia y desfachatez de las autoridades estatales pensé que dirigiéndome directamente a usted en su carácter de secretario, para pedirle que tal y como lo ordenó en Veracruz, haga lo propio en Puebla para darle puntual seguimiento e investigación a estas irregularidades, pues me queda muy claro que de cuestionar al titular de los Servicios de Salud del Estado sobre este caso de negligencia médica en donde no encendió la ambulancia, la respuesta será la misma que ofreció al H. Congreso del Estado en su comparecencia: ¡Eso le puede pasar a cualquiera!

Señor secretario, le pido actuar con la misma fuerza que en Veracruz y resolver en consecuencia, porque tanto vale la vida de los niños veracruzanos como la de los poblanos.

Atentamente

Enrique Núñez Quiroz

Nota bene

El Dr. Narro Robles realizó su Servicio Social de la carrera de Médico Cirujano en la población de Santiago Yancuitlalpan, Cuetzalan, en la Sierra Norte de Puebla.