Post publicación de la entrega anterior: “Los grandes ausentes”, en referencia a las pobres entradas en la actual temporada grande se iniciaron los comentarios, reclamos y hasta correcciones a lo escrito…

¡Faltaron…los aficionados! ¡Falté yo! Muy acertadamente escribieron. Y, eso es una gran verdad. Esperábamos que con el paréntesis de las festividades de año nuevo, la nueva estrategia de carteles tipo feria se compondrían las estradas y nada.

El pasado domingo prevalecieron los grandes vacíos en los tendidos; ni los nombres de Perera, Juan Pablo Sánchez, y Diego Silveti, a quien cada día la afición parece exigirle cada vez más, ni los toros de “Monte Cristo” lograron meter a la gente a la plaza.

La verdad, la más pura verdad la dijo Emanuel, artista, canta  autor, antiguo aspirante a novillero, hijo de torero de mucha presencia y lo dijo desde el tendido en su barrera…”Para que exista emoción debe de haber sensación de peligro…la culpa la tienen los ganaderos, los toreros, los apoderados que buscan para sus toreros, el toro, fácil, con poco peso, que no presente peligro”.

Lleno hasta las banderas en la Plaza Santa María de Bogotá

Pero lo que ha sido la noticia taurina de la semana: la vuelta de los toros a la Plaza Santa María de Bogotá, después de 5 años de absurda y estúpida prohibición. El domingo 22, con cartel en las taquillas de “Agotada la boletería” y un lleno hasta las banderas, la hermosa plaza de la carrera séptima lució en todo su esplendor para ver el paseíllo que hicieron Julián López “El Juli”, el colombo-panameño, Luis Bolívar y el de Lima, Perú Andrés Roca Rey, que fue a reventar la plaza con su triunfo, corte de 2 peludas 2 y salida a hombros.

Lo que ha oscurecido este festivo retorno del toro a esa capital es la actitud mercenaria, si mercenaria, de guerreros a sueldo, pagados, criminalmente pagados, verdaderos sicarios, que salvajemente se dedicaron a agredir con pedradas, empujones, golpes a los pacíficos e ilusionados parroquianos que acudían a la plaza.

Las fotografías que incluimos muestran la evidencia de la violencia de estos manifestantes a sueldo. Hasta 30 y 40 mil pesos colombianos recibieron por participar financiados — existen tomas de videos y fotos de los pagos —, por los negocios animalistas de origen suizo y holandés.

Importante el texto de Luis Miguel Rojas: “Aquí cabemos todos: taurinos, antitaurinos, metaleros, gays, lesbianas, curas, monjas, ateos, putas, mormones, poetas y seudopoetas…La clave está en la tolerancia”.

Esto y las amenazas de muerte que ha recibido el matador Luis Bolívar son una llamada de atención, una alerta de hasta donde pueden llegar los antis en su Intolerable conducta y lo decimos por los ya cercanos festejos de Aniversario de nuestra Gran Plaza.

Emanuel. En barrera de sombra con Mercedes Alemán. Declaraciones de tronío.

Bogotá, en la vuelta de los toros a esa capital después de 5 años de absurda prohibición. Roca Rey revienta, con su triunfo la plaza.

Una muestra de las agresiones sufridas por los aficionados que pacíficamente asistieron a su fiesta.

Pacíficos y tranquilos proteccionistas de sus congéneres…animales.

Un padre, angustiado protege a su hijo de las agresiones de los pacifistas animalistas.