Hoy, miles de poblanos festinarán la conclusión de un sexenio que se caracterizó por la opacidad, el autoritarismo y la represión.
Hoy es el último día de Rafael Moreno Valle como gobernador de Puebla. El mandatario que realizó obras de ornato, poco funcionales y con un alto costo para los poblanos que seguiremos viviendo aquí.
La represión fue el sello del sexenio morenovallista. El brutal desalojo de una manifestación y posterior muerte de un menor en Chalchihuapan fue el claro ejemplo de esa política que sometía a cualquier costo a todos aquellos que no estaban de acuerdo con las decisiones y políticas de quien vivió los últimos seis años en Casa Puebla.
En los últimos seis años aumentaron los presos políticos, las expropiaciones, los despidos masivos, la imposición de los verificentros y la ampliación de la fotomulta.
Ese espíritu represor de Moreno Valle lo lleva en su ADN, que es el mismo que heredó de su abuelo, el general.
Opacidad morenovallista
Un ejemplo más lo tenemos en la nueva ley de "transparencia".
Hay que recordar que a partir del jueves 5 de mayo de 2016 todos los estados del país tuvieron que haber homologado sus leyes de transparencia apegadas a la reforma federal, pero fiel a su estilo, el Congreso del Estado de Puebla lo hará apenas 12 horas antes de que venza el plazo.
Y nuevamente los asesores jurídicos del morenovallismo hicieron hasta lo imposible para tratar de mantener la opacidad.
Esta vez, las bancadas del PRI y Verde por fin aparecieron y frenaron el documento, mismo que de haberse aprobado habría terminado directamente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación por la obvia inconstitucionalidad, ya que en el título sexto para la reserva de información, se argumentaron cuestiones de seguridad nacional.
Los puntos II y III del artículo 123 señalaban: "La que pueda menoscabar la conducción de las negociaciones y relaciones internacionales...
...La que se entregue al Estado Mexicano expresamente con ese carácter o el de confidencial por otro u otros sujetos de derecho internacional, excepto cuando se trate de violaciones graves de derechos humanos o delitos de lesa humanidad de conformidad con el derecho internacional."
Es decir, que el Congreso iba a legislar sobre política internacional cuando esto es facultad única y exclusiva del Senado de la República.
Además, nuevamente se ponían candados para solicitar la información como la acreditación jurídica del solicitante de información, lo cual sería fácilmente rebatido por un amparo ante la justicia federal.
Qué trabajo le cuesta al Señor de Los Cerros entender que esta nueva ley no es que quiera, es a la fuerza, porque el mandato constitucional así lo dicta.
Pero a todos los caciques les suele suceder.
Ahora sí podemos decir que lo mejor para Puebla está por venir.
El gobierno opaco, represivo y autoritario llega a su fin. Es para festejarlo.