El cuestionable liderazgo de Roberto Flores Toledano —por la baja aprobación que se ha ganado a pulso en su trayectoria de cuatro años al frente del Tribunal Superior de Justicia en Puebla—, lo hacen, por mucho, el presidente más repudiado por secretarios, jueces, magistrados y empleados del Poder Judicial de los últimos años.

En marzo de 2015, bajo las órdenes del entonces gobernador Rafael Moreno Valle, intentó reducir los sueldos del personal del Tribunal Superior de Justicia, pero una desafortunada e imprudente declaración, muy clásica en el estilo de Flores Toledano, hizo el anuncio anticipadamente.

Y balconeó al gobierno morenovallista que planeaba recortar los salarios de los magistrados en 10 por ciento, jueces 7.5 por ciento y secretarios 5 por ciento.

Ante esta inoportuna fuga de información, los secretarios, jueces y magistrados amagaron al gobierno morenovallista con interponer una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La reacción fue inmediata, Moreno Valle se doblegó antes de exponerse a un escándalo nacional. De tal forma que la imprudencia de Flores Toledano obligó al gobierno estatal a restituir de manera retroactiva los salarios que ya les habían quitado y disminuido en marzo de 2015.

A mediados de abril de 2015, jueces se doblegaron a Flores Toledano, que ahora busca reelegirse en el Tribunal Superior de Justicia. En esa ocasión, los jueces virtualmente tomaron las oficinas del presidente del TSJ y no salieron de ahí hasta que Flores Toledano abortara la segunda rotación de jueces.

Los jueces de los distritos judiciales de las regiones centro y centro poniente, prácticamente lo amenazaron con parar los juzgados a su cargo si en ese momento no les garantizaba su permanencia, otra ocasión en que tuvo que acceder a la presión de sus subordinados.

A pesar de su incapacidad manifiesta por conducir el Tribunal Superior de Justicia, ahora busca reelegirse por cuatro años más, con opción a una segunda reelección con un sueldo anual de casi dos millones de pesos, más prestaciones como renta de residencia en La Vista, viáticos pagados, chofer VIP y demás privilegios.

De ahí el interés por aferrarse al cargo, porque el creciente repudio y la inconformidad de los jueces y magistrados que sí tienen carrera y experiencia judicial, tarde que temprano explotarán en las manos de un inexperto que fue impuesto por ser amigo de Moreno Valle.

En cuatro años en el cargo ya demostró que de administración de justicia no sabe nada. Lo que sí sabe es componendas y arreglar acuerdos con los “amigos” para que en las mesas se resuelvan los asuntos y las sentencias “a favor” de ellos.

Para ello, Flores Toledano indica a jueces y magistrados que “hagan el favorcito” de dictaminar a favor de los intereses y pactos convenidos, sin importar la aplicación de la ley, al grado de perder amparos federales.

Desde que arribó Flores Toledano al Tribunal Superior de Justicia no se dictaminan los juicios apegados a derecho y mucho menos con sustento legal.

Todo se hace conforme al criterio del presidente y solo ordena a jueces y magistrados que se cocinen los asuntos al vapor y a favor de a quien a él le interesa.

Pesa a todas estas corruptelas e incapacidad manifiesta, Flores Toledano busca la reelección.

Veremos de qué están hechos los diputados locales y el nuevo gobierno estatal.