Bastaron 15 días para que las formas de gobernar cambiaran diametralmente en Puebla.

Aunque en esencia sigue al frente el mismo equipo político, la personalidad del nuevo gobernador transformó lo que durante seis años imperó en nuestro estado.

El elitismo, la ostentación, la tensión, la exclusión, la simulación y todo lo que marcaron los eventos oficiales, parecen haber quedado en la historia.

Platiqué ayer con algunos de los políticos que participaron en la gira de trabajo conjunta del secretario de Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio, y el gobernador, Tony Gali, y tanto azules como tricolores coincidieron en que el ambiente que se respira es otro. Que la inclusión es real, al grado de que hasta la presidenta municipal de Tehuacán fue invitada.

—¿En qué momento perdimos todo esto los poblanos?, me preguntó uno de los asistentes a la gira.

—En el momento en que ustedes lo permitieron, le respondí.

Y es que la inclusión en política no es extraña para los poblanos. Alfredo Toxqui, Guillermo Jiménez Morales y Melquiades Morales fueron los vivos ejemplos de que la diversidad ideológica no es motivo de guerras civiles.

También es cierto que Piña, Bartlett y Marín no abonaron mucho en la apertura política, pero ninguno de los tres se compara con lo vivido en los últimos seis años.

Los templetes monárquicos que hasta hace apenas 15 días servían para el vaivén —micrófono en mano— del mandamás poblano, cambiaron por escenarios circulares en donde todos están incluidos y son involucrados.

La foto posada del corte de listón dejó de ser la del boletín oficial, para ser sustituida por las espontáneas tomas que hoy le sobran a los fotoperiodistas.

Los rostros no mienten, la relajación se siente, mientras el gobernador disfruta.

En la nueva Puebla no hay proyecto futuro, solo se observa a un tipo que está viviendo el mejor de sus momentos.

Ya el tiempo dirá si los 20 meses de su gobierno fueron suficientes para subsanar y corregir el rumbo, pero lo que en 15 días ha logrado, es dar muestras claras de reconciliación e inclusión en un estado urgido de lo mismo.

Sin echar las campanas al vuelo, hay que reconocer que hasta los estirados funcionarios de hace 15 días hoy parecen distintos y por momentos hasta humanos.

En sociología política hay teorías que dicen que los subordinados tienden a mimetizarse con la personalidad de su jefe. Lo interesante es que el proceso inverso se dio en solo 15 días. Por increíble que parezca, se han vuelto a mimetizar, aunque ahora en la personalidad de su nuevo jefe.

Ahora habrá que esperar para saber si las formas influyen en el fondo y tanto las acciones como los proyectos le dan a este nuevo gobierno un sentido verdaderamente humano.

Veremos y diremos.

Plantan a Flores Toledano

Partiendo de la base de que al informe del presidente del Tribunal Superior de Justicia llegó Diódoro Carrasco, en representación del gobernador, y que ambos estuvieron presentes en la gira con Miguel Ángel Osorio por Tehuacán, podemos deducir que Tony Gali podía haber llegado también al evento.

Sin embargo, Roberto Flores Toledano tuvo que leer su informe sin la presencia del titular del Ejecutivo, lo cual deja muchas dudas sobre la fuerza real del magistrado presidente.

Dicen que lo que se ve no se juzga, y ayer lo único que vimos fue un escenario triste y desolado.

Ni más, ni menos.