De nuevo comerciantes del mercado “Jorge Murad” o La Fayuca, informaron que los presuntos líderes de este lugar, ‎Isidro López Rosas “La Coneja” y su entenado, Eligio Cerón “El Negro”, les han dicho que tienen que reunir una fuerte suma de dinero que van a entregar para arreglarse con el nuevo “Yanqui” de la delegación Puebla de la Procuraduría General de la República (PGR).

Y es que tiene poco que nombraron a otro encargado de la Agencia de Investigación Criminal para que se haga cargo de la persecución de delitos federales en la zona de Puebla.

Hasta el momento, la PGR no ha oficializado el cambio del comandante o “Yanqui”, como le dicen comúnmente.

En La Fayuca no solo la venta de drogas, incluso al mayoreo, es el único de los delitos que se perpetran a la luz pública, se encuentra también la venta de piratería, desde teléfonos celulares hasta programas, películas, ropa deportiva de marca y un sinfín de artículos que se venden como originales cuando en realidad son burdas copias.

Por esta misma razón, tanto “La Coneja” como “El Negro”, que dicen estar bien arreglados con la PGR desde México, están pidiendo la mordida para dar el recibimiento al nuevo servidor público y evitar de esta forma que sean sorprendidos por un operativo, como los que ocurren cada vez que hay un cambio.

De hecho, le comento que tanto “La Coneja” como “El Negro”, en estos momentos tienen en su haber cuatro investigaciones pendientes con la Fiscalía General del Estado (FGE) por delitos que van desde despojo, lesiones y otras más.

Y pese a estas denuncias, los dos líderes se pasean muy tranquilamente, sin temor de ser detenidos o presentados ante alguna otra autoridad.

Y de la misma forma que lo primero que le comenté, ambos personajes presumen de su relación con un alto personaje del gobierno de Puebla que incluso puede influir al mismo fiscal general, Víctor Antonio Carrancá Bourget, para que a propósito dilate ‎las investigaciones.

Y quienes lo dicen deben tener mucha razón.

Primero en el mercado “Jorge Murad” tiene tiempo que no ha existido una sola investigación o revisión para saber qué es lo que se está vendiendo y por qué.

Además de que se permite que los sujetos que los cuidan, a quienes también les dicen guardaespaldas, anden armados con pistolas de grueso calibre.

Así las cosas, ahora solo queda esperar a que el nuevo subdelegado de la PGR reciba su soborno para que siga la impunidad en este mercado.

Nos vemos cuando nos veamos.