Entre más de mil 200 plantas de importancia económica existentes en Puebla, el maguey mezcalero o agave, tiene un potencial superior a 250 mil hectáreas en el centro-sur de nuestro estado; posee un alto grado de adaptación a la sequía, es una opción contra el cambio climático y por sus múltiples usos, sigue siendo una gran oportunidad de desarrollo económico en las comunidades pobres y marginadas.

Recuerdo aun cuando, a los 7 años de edad, junto con mi padre subimos al cerro de Tezoquipan en Tecomatlán, Puebla, a buscar pencas u hojas de maguey espadín. En los años 60's del siglo pasado, la gente usaba tiritas de pencas para amarrar el zacate para los animales y las gavillas o manojos que formaban las varas del ajonjolí durante la cosecha para su secado y obtención posterior del grano.

La mayor parte de las pencas traídas, las rajamos con una aguja metálica y las pusimos a secar para después remojarlas y utilizarlas con el propósito ya mencionado. Otras las tallamos sobre una piedra para quitar la pulpa y obtener la fibra o ixtle utilizada para hacer mecates o lazos para amarrar a los animales.

La pulpa contiene alta cantidad de saponinas por lo que puede utilizarse para lavar la ropa y los trastes como un jabón natural biodegrable. Alguna vez ya se expendía en Aurrerá pero dejó de hacerse. La fibra se usa también como zacate de baño y para lavar trastes, hacer diversas artesanías, tapetes, costales, morrales y bolsas.

En Tepemaxalco, Puebla, se utiliza para hacer ixcacles, unos huaraches de fibra de maguey que se ponen a los difuntos antes de enterrarlos. Es el único municipio del estado donde he visto que conservan esta actividad.

Las flores del maguey tienen una gran importancia como alimento. Se comen como verdura y tienen un buen valor nutricional. Ya sea revueltas con huevo o frijoles, incluidas en guisados o como ensalada. Los tallos florales ya secos son postes para corrales, chozas, leña y tendedero. Pero también la piña asada se mastica para obtener sus azúcares, siendo un buen alimento. De esta forma se vende en los mercados y ferias de los pueblos mixtecos. Así la conocí en Tecomatlán siendo niño.

El maguey, del que hay varios tipos, sirve para conservar el suelo y el agua. Donde hay plantaciones de maguey nunca se secan los manantiales. Y se recomienda que se inicie su plantación por los linderos y en hileras transversales a la pendiente de los terrenos para proteger suelo y agua, y así tener plantas madre y semilleros.

Su mayor uso es para obtener mezcal destacando los municipios de San Diego La Mesa Tochimilcingo, Tepeojuma, Jolalpan, Tepexi de Rodríguez, Huehuetlán El Grande, Epatlán, Huautlatlauca y también el municipio de Puebla.

Las mieles de maguey y la obtención de derivados como la inulina aún son muy incipientes, pero forman parte del potencial de la planta.

Recuerdo mi primer encuentro con los mezcaleros de Santa María Xoyatla, Tepeojuma, en el año 2000. Trabajando en el sol, recolectando las piñas a 8 horas de camino, moliendo piñas con hacha, fermentando en pile de ganado y destilando por más de 40 horas; envasando en botellas de refresco y con un gran temor viajando en transporte público ante el abuso de inspectores de alcoholes. Por ello, se creó un programa estatal de fomento al agave mezcalero.

Una misión tecnológica realizada por los productores poblanos a tierras oaxaqueñas, permitió la adopción de importantes innovaciones en la producción de planta, el molido de piñas, la fermentación en barricas, la destilación, los análisis químicos, el envasado y la comercialización.

En esa reunión, acordaron no volver a utilizar más el sulfato de amonio para acelerar la fermentación por su alta producción de nitratos y nitritos dañinos para la salud.

Así, importantes inversiones, entre apoyos estatales y federales para los mezcaleros poblanos, entre el año 2000 y el 2012 con Melquiades Morales y Mario Marín, permitieron el desarrollo de una nueva cultura mezcalera y grandes avances reflejados en el desarrollo de infraestructura, equipamiento y 16 marcas embotelladas. Destacan las especies de agave espadín, la más común regionalmente; tobalá, papalometl, pichomel y otras existentes en la Mixteca poblana.

Con la obtención de la denominación de origen gestionada por la administración pasada del gobierno del estado, se abre un gran panorama para el mezcal poblano. El agave mezcalero tiene un gran futuro.

 

Director del Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas.

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